La psicóloga Lourdes Ostertag exhortó a la aplicación de políticas públicas para proteger a las mujeres y evitar todo tipo de violencia en su contra. Sostuvo que los conceptos deben ser enseñados desde la más tierna edad y lamentó que el mismo Estado, la Iglesia Católica y hasta algunos padres frenan la educación sexual que evita que se rompan estos modelos de violencia que se perpetúan en la sociedad.

“Lastimosamente aquí se frena la educación sexual desde el mismo Estado y la Iglesia Católica, y hasta que no se rompa este modelo, esto va a seguir y el problema de fondo es la educación. Si ese hombre violento no accede a una rehabilitación para conocer su problema, esto no tendrá fin. Ellos son conscientes del daño que hacen, pero no pueden dar un freno”, señaló Ostertag en comunicación con 1080 AM.

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Una semana de horror

Luego de una semana de horror donde se produjo un feminicidio y otros cinco intentos, la psicóloga experta en violencia de género habló de romper esquemas para frenar la ola de feminicidios que se viene desatando desde hace tiempo en Paraguay. En solo cinco días seis mujeres fueron víctimas de sus parejas, en algunos casos existen denuncias y órdenes de alejamiento de por medio, pero sin garantías para ellas.

“Cuando el feminicidio se presenta como un espectáculo tiende a repetirse; es decir, tiende a ser copiado por otros hombres violentos. Sin embargo, si yo presento la noticia como una denuncia, llamando a las cosas por su nombre, diciendo que esto es resultado de una violencia machista, de violencia de género. Hay que hablar con propiedad para dar visibilidad a lo que está ocurriendo”, señaló Ostertag.

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“El punto máximo y final”

En ese sentido, afirmó que el papel de los medios de comunicación es muy importante a la hora de informar sobre los casos de feminicidios. Por ejemplo en los casos donde se publican con titulares como “Fue hallada muerta” se debe decir fue asesinada y que fue una víctima de una violencia machista.

Agregó que la violencia contra la mujer existe todos los días en muchos hogares paraguayos y en todo el mundo, incluso en este mismo momento, pero que solo se prende el foco cuando la mujer muere en circunstancias muy violentas en manos de sus parejas y eso se presenta como un show.

“El feminicidio ya es el punto máximo y final de una serie de violencia que va ocurriendo y que va aumentando en frecuencia y en intensidad”, explicó.

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“Cada agresor es diferente”

Al ser consultada sobre cuál sería el mecanismo efectivo para evitar los feminicidios, porque en muchos casos ya existen denuncias e incluso órdenes de restricción, señaló que esas órdenes no atajan ni atajarán al feminicida.

“Yo trabajaba con muchas mujeres a quienes atendía y acompañaba, y ellas venían a decirme: ‘Él no respeta la orden de alejamiento’; mientras que a otras le resultó, no se acercaron más a ellas y eso por qué. Porque cada mujer que sufre de violencia es diferente, también cada agresor es diferente, pero por eso no podemos minimizar ni desvaluar estas medidas de protección”, refirió la especialista.

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