La autopsia preliminar confirma que tanto el piloto Aníbal Pérez Trigo como el copiloto Willians Orué fallecieron al momento del impacto de la aeronave que pilotaban y que cayó ayer en la base aérea Ñu Guazú, con ocho personas a bordo, incluyendo a la tripulación. Solo una persona sobrevivió al accidente aéreo y se encuentra internada en grave estado.

“Según la mirada microscópica, ambos han fallecido en el momento del accidente, las lesiones tienen características vitales y se han producido en vida los traumatismos y hematomas”, explicó en conferencia de prensa el médico forense del Ministerio Público Pablo Lemir.

Resaltó que no encontraron hollín en la tráquea, por lo que ambos ya no estaban con vida al momento del incendio producido tras la caída y explosión de la aeronave. “Nos dice que la muerte fue prácticamente instantánea, por el impacto del accidente en sí”, aclaró.

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Lemir agregó que de igual manera extrajeron los órganos de ambos, como el cerebro, corazón, hígado, riñones y pulmones, que serán estudiados para descartar cualquier patología que haya podido influir en el accidente en sí o en sus conductas. “Eso se va a enviar a anatomía patológica, se va a estudiar bajo microscopio, se van a tener resultados del informe final en un plazo de 30 días”, informó.

El forense destacó que hasta el momento solo se cuenta con un informe preliminar de lo que se ve a simple vista de los dos cuerpos. “Esto es un informe preliminar porque el informe final recién va a estar concluido cuando se hagan los estudios de anatomía patológica de los tejidos y de la sangre extraída”, concluyó.

Aproximadamente a las 14:35 la aeronave Cessna 402, con matrícula FAP Nº 0221, tuvo un trágico accidente aéreo en el predio de la base aérea Ñu Guazú, según el comunicado de la Fuerza Aérea Paraguaya, que sostiene que hasta el momento se desconocen las causas del suceso.

En el mismo fallecieron el piloto de la aeronave, coronel Aníbal Pérez Trigo; el copiloto teniente 1º Willians Martín Orué Colmán, el mayor Alfredo Darío Céspedes, el teniente 1º Marcos Samuel Romero, el teniente Manuel Sotelo, el suboficial mayor Pedro Nelson López y Críspulo Almada, funcionario público, quien abordó la nave en Fuerte Olimpo. Por su parte, el estudiante José Daniel Zaván, de 19 años, es el único sobreviviente.

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