La comunicación entre el vuelo 402, un Cessna bimotor C-402, matrícula FAP 0221 de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), que se precipitó a tierra alrededor de las 14:30 del martes pocos metros antes de aterrizar en el aeropuerto Silvio Pettirossi, no revela ninguna irregularidad antes del accidente, según lo que se puede escuchar en la última conversación entre la tripulación y la torre de control.
“Cero uno, final de la...” fue el último mensaje enviado desde la aeronave siniestrada. La torre de control responde “0221, chequee tren, autorizado a aterrizar, 02 viento en calma”.
Luego ya no recibe respuesta del vuelo 402 y desde la torre consultan al otro vuelo que venía detrás: “¿Me confirma la humareda del tránsito?”.
“Dios nos guarde; sí señora, es el 402. Que bárbaro, que bárbaro y estábamos juntos, che”, responde el comandante a la pregunta de la torre de control.
”Así es comandante, vi un descenso brusco y no quise creer”, replica la controladora de vuelos. “Todo normal, estábamos juntos allá”, responde nuevamente el comandante del vuelo que precedía al siniestrado.
Treinta segundos antes
Los fallecidos son el piloto de la aeronave coronel Aníbal Pérez Trigo, el copiloto teniente 1º Willians Martín Orué Colmán, el mayor Alfredo Darío Céspedes, el teniente 1º Marcos Samuel Romero, el teniente Manuel Sotelo, el suboficial mayor Pedro Nelson López y Críspulo Almada, funcionario público, quien abordó la nave en Fuerte Olimpo junto con el estudiante José Daniel Zaván, único sobreviviente.
La avioneta se precipitó en Luque, cerca de las 14:35, cuando ya prácticamente llegaba a destino en la Base Aérea de Ñu Guasu. Estaba entre 30 y 40 segundos de alcanzar la pista, describieron los expertos.
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