La salud y la asistencia médica en Paraguay dependen de rifas, polladas y de toda la solidaridad de la gente que con actividades económicas debe aportar lo que el Estado en su deber no aporta en materia de salud pública. El Dr. Carlos Fabián Cárdenas gastó G. 40 millones en el Hospital Nacional de Itauguá durante los días de internación de su padre por complicaciones del COVID-19 en la unidad de terapia intensiva, según relató a 1080 AM.
Tras el caso del pedido de auxilio del señor Joel Oviedo al presidente Mario Abdo Benítez durante una jornada de gobierno en Villarrica y que este haya mostrado total indiferencia ante el sufrimiento de un compatriota, muchas personas salieron al paso con indignación y contaron sus experiencias difíciles en los hospitales públicos donde no se tienen ni siquiera insumos básicos, especialmente para aquellos pacientes con COVID-19 en estado complicado.
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El Dr. Cárdenas relató lo difícil que es lidiar con un familiar enfermo en un hospital público donde la vida del paciente pende de la solidaridad de sus seres queridos, vecinos y amigos que deben realizar cualquier actividad para solventar los gastos que representan los medicamentos.
“Me senté ayer a hacer más o menos el cálculo de cuánto nos alcanzó hasta la fecha lo que gastamos por papá y empezás a hacer un análisis y salió lo que sentía. Es una situación muy difícil porque nosotros estamos contando una historia que está teniendo un final feliz, estamos a punto de traer a papá a casa, pero hay muchísimos compatriotas que no pueden contar lo mismo, que son los que no tienen voz o no tienen oportunidades”, lamentó Cárdenas en contacto con 1080 AM.
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Hoy se cumplen 30 días de que el padre del médico se encuentra internado en el Hospital Nacional de Itauguá, de los cuales 14 días estuvo en la unidad de terapia intensiva (UTI) y durante todo este tiempo el Dr. Cárdenas se quedó a hacer guardia por su padre, ya que los medicamentos se solicitan a cualquier hora y son la mayoría con suma urgencia.
“Esperas un mensaje pidiéndote algo o para avisarte lo peor y hay que estar ahí, cerca. Estando cerca pude ver, compartir y palpar la realidad del país, el Paraguay de verdad. Ese Paraguay de lo poco, de lo nada que tiene Salud Pública, que se basa en solidaridad y más que nada en ayuda del prójimo que tiene un corazón blando para pasarte algo para que tu familiar pueda sobrevivir”, sostuvo.
“Juegan con la necesidad”
Entre lágrimas recordó que hay mucha gente que necesita en los hospitales, muchos de ellos pierden al ser más querido que es la madre. Mucha gente vuelve a casa sin su ser querido porque perdieron la batalla en la terapia donde muchas veces no tienen cómo solventar los medicamentos solicitados como los atracurios que actualmente no hay en plaza y que ellos para su padre consiguieron en Clorinda.
“Nos dieron la bienvenida pidiendo 6 ampollas de Remdesivir, compramos. Remdesivir solamente tiene un laboratorio y solo da a ese precio que es de un promedio de G. 1.900.000 y te dan con el descuento, en la farmacia X cuesta G. 1.500.000, farmacia Y vende a G. 1.650.000, y así te van jugando; es decir, juegan con la necesidad”, lamentó.
Recordó también que al tercer día de internación de su padre encontró a una señora en la fila de la farmacia social solicitando 12 ampollas de Remdesivir a un costo de G. 1.900.000, que totalizan más de G. 20 millones. “De entrada son G. 20 millones, qué persona te va tener eso, nadie. Si no tenés paciencia, no se le pone a tu paciente y es así”, dijo.
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