Cuando hablamos de reinserción de las personas privadas de libertad todo se centra en la readaptación del interno para reintegrarlo a la sociedad como individuo útil y productivo. Esto se puede lograr a través de programas y acciones basados en el respeto a los derechos humanos, el trabajo, la capacitación laboral, la educación, la salud y el deporte, en complemento con actividades culturales, cívicas, recreativas y religiosas.

En este contexto, es fundamental la labor que realizan personas como Alexandra Riveros Pintos (46), quien se desempeña como coordinadora de reinserción social y agente penitenciaria de la Penitenciaría “Padre Juan Antonio de la Vega”. Esta mujer, desde su labor como trabajadora social, intenta lograr cambios positivos en 145 personas privadas de libertad y con particular incidencia en la reinserción de los adultos mayores.

Hace 15 años que Alexandra se desempeña como funcionaria del Ministerio de Justicia y afirma que “trabajar en el penal, más que un trabajo para mí, es casi como un voluntariado”.

Alexandra durante una jornada de trabajo. Foto: Gentileza

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Gestión de cursos

Ella además gestiona la coordinación de cursos y realiza informes técnicos criminológicos para los juzgados. “El año pasado 136 personas privadas de libertar, que egresaron de la escuela escolar básica para personas jóvenes y adultas, levantaron con alegría sus certificados”, comenta satisfecha.

“Yo quiero que estas personas aprovechen las oportunidades que les damos con visión de futuro, el peor mal es que entren y salgan, deben egresar y no volver. Si se proponen metas, pueden lograrlo”, dice Alexandra.

Con respecto a los internos de avanzada edad que se encuentran cumpliendo su condena, Alexandra expresa: “Es complicado explicar el sentimiento que aflora de los ‘abuelitos’ al estar dentro”.

Torta de cumpleaños

“Procuro conseguirles lo que necesitan, motivarlos y hasta conseguirles una torta de cumpleaños. Ellos me ven como su familia”, señala la entrevistada y agrega que toma su tiempo en que les asistan los médicos y tengan remedios, reciban charlas, cuenten con sus productos de aseo, asistan a misas y hasta rían y aplaudan viendo al fútbol.

En sus inicios, Alexandra se desempeñó como agente penitenciaria en el Buen Pastor; además trabajó en la sección de revisión dentro de la Penitenciaría Nacional y actualmente conforma el plantel de la Penitenciaría “Padre Juan Antonio de la Vega”. Es importante recordar que en casi la totalidad de las cárceles del país existe superpoblación y un gran porcentaje de reclusos sin condena, indicadores que influyen indefectiblemente en la reinserción.

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