Decenas de familias afectadas por el temporal en Tobatí durmieron en hornos de cerámica de las olerías para resguardarse de las intensas lluvias que azotaron este martes a esta ciudad de Cordillera. Los damnificados se niegan a abandonar sus hogares y están a la espera de que las aguas se retiren de sus casas.

La correntada de agua ingresó a cientos de viviendas cuyas familias se encontraron en medio de la desesperación. Al dejar sus casas se trasladaron hasta las olerías que se convirtieron en refugios provisorios, en una ciudad cuyos habitantes se dedican a la producción de ladrillos, informó Joel Sandino en contacto con Gen.

“Somos 9 personas en mi familia, perdimos muchas cosas, roperos y ropas. Estoy con mi mamá que es una anciana de 86 años. Lo importante era salvarnos”, afirmó una de las afectadas en contacto con el canal Gen. Mientras que otro damnificado lamentó que solo se quedaron con la ropa que llevaban puesta y que algunos pudieron rescatar apenas sus colchones.

Alrededor de 500 viviendas fueron afectadas por el desborde del arroyo Tobatí en medio del fuerte temporal. Más de 6 fueron los barrios afectados en esta ciudad, dejando a su paso daños materiales, damnificados, puentes colapsados y hundimientos de ruta.

Esta situación causó problemas a la población debido al desborde del arroyo Tobatí, pero es la primera vez que sufren un temporal de esta magnitud, de acuerdo al intendente Dan Alberto González, quien informó que no se cuenta con reporte de heridos ni víctimas fatales.

Bomberos voluntarios, personal de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y la municipalidad local asisten a las familias afectadas. “Estamos haciendo la tarea de relevamiento. Tenemos un preliminar, 500 casas son las afectadas por el desborde del arroyo Tobatí. Fueron 6 los barrios afectados”, afirmó el intendente.

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Hasta el momento los bomberos voluntarios continúan realizando labores en conjunto con autoridades de los municipios. Mientras que personal de la SEN asiste con colchones y frazadas a los afectados. En ese sentido, se habilitó un albergue en la Municipalidad de Tobatí debido a que la población afectada prefiere permanecer en tinglados a raíz del temor generado por la tormenta de grandes proporciones ocurrida en Cordillera. Aguardan que las aguas se retiren de sus casas para volver.

“Las aguas ya abandonaron las casas de los pobladores de las riberas del río. Los pobladores no estaban trabajando más en las cerámicas por las intensas lluvias de los últimos tiempos”, afirmó González en comunicación con la 650 AM.

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Caacupé, Itacurubí de la Cordillera, Tobatí y Eusebio Ayala son las ciudades del departamento de Cordillera más afectadas por el temporal. Unas 700 familias son las damnificadas y cayeron más de 170 milímetros de agua en cinco horas, ocasionando el desborde de varios arroyos.

“Creemos que el agua bajó medianamente. Los albergues no tuvieron tanto movimiento, las familias no quieren abandonar sus hogares. Nosotros estamos apoyando con colchones y frazadas y la SEN desde ayer nos está acompañando”, manifestó González.