El director del Centro de Rehabilitación Social (Cereso), Sixto Daniel Pereira, indicó que gracias al cierre epidemiológico y la mejor alimentación, muchos incluso se desintoxicaron. En total, 33 personas dieron positivo al COVID-19 en la Penitenciaría Regional de Itapúa; 12 de ellos son funcionarios y los otros 21 casos se trata de personas privadas de libertad (PPL). Siguen monitoreando los pabellones y el cierre es hasta el 25 de febrero.
Pereira dijo que los primeros casos que se dieron ya pasaron sus 10 días y que en general están muy bien, saliendo ya de la parte complicada. “Estamos pasando ya la etapa más fea, en etapa de recuperación. Los primeros casos que se dieron pasaron ya sus 10 días. Dan muy buen eco de salud, vamos a decir que se desintoxicaron completamente también de paso”, expresó.
Además mencionó que no recibieron asistencia por parte de la región sanitaria de Itapúa. “Solamente el Ministerio de Justicia, con su Dirección de Salud Penitenciaria, nos ayudó, después el resto: ‘Bien, gracias’. Una pena fue, nadie vino a dar una mano de lo que es la región sanitaria. Nuestra dirección puso todos los medicamentos que necesitaron, hicimos un trabajo de primera y hoy prácticamente estamos ya esperando la culminación de los que empezaron tarde, nomás”, agregó.
Explicó que los 33 casos positivos fueron detectados mediante un control aleatorio que hacía la Dirección de Salud Penitenciaria, o por caso de contacto directo, y de ahí se fueron trayendo los casos sospechosos. Refirió también que muchos casos salieron negativo.
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“Una curva descendente”
“El cierre epidemiológico, por más de que ya veamos que vamos en una curva descendente, es igual por un mes. El mismo se indicó el 25 y nos quedan todavía 20 días. Dentro de un mes esto va a estar impecable ya. En los lugares donde estaban aislados los que estaban haciendo su cuarentena ya se procedió a la desinfección. Una paz total también trajo de repente esto, asimilaron muy bien, nadie quiso que esto se propague”, remarcó.
Señaló que los funcionarios también ya están por volver, ya que ellos fueron a hacer su cuarentena en sus hogares. En otro momento, afirmó que no se puede negar una realidad que existe y que entre los internos también hay gente con problemas de adicción.
“Tuvimos mucho énfasis con la gente que tiene tuberculosis, tratamos de darle una atención diferenciada con el equipo de seguridad y sanidad sus medicamentos, más nutrientes en cuanto a su comida, reforzamos con leche. Yo creo que para la próxima semana ya vamos a estar liberados aquí en el Cereso de esta enfermedad”, manifestó el director.
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