Docentes agremiados consideran que las clases presenciales para el sistema de educación pública serán viables solo en zonas rurales donde se registran nulos o leves contagios del COVID-19. Reconocen la fundamental función de las instalaciones educativas, pero mencionan que no se puede arriesgar a la población enviando a alumnos a colegios en zonas críticas por la pandemia.
Eso fue lo manifestado por Gabriel Espínola, secretario de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (Otep - Auténtica), en conversación telefónica por la radioemisora 1020 AM.
“Vemos con mucha incertidumbre la cuestión de las clases presenciales. Observamos que la plataforma habilitada por el MEC para el registro de clases presenciales está solo destinado a zonas urbanas. En la zona rural, la ausencia de tecnología o la falta de conectividad aleja bastante a los miembros de esa comunidad al uso adecuado de la tecnología y de sacarle el provecho a eso, no solo en la educación sino que también en otros ámbitos”, aseveró.
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El representante docente mencionó que, como gremio y en conjunto con algunos consejos departamentales, tienen la clara posición de que se realicen las clases presenciales en zonas rurales donde no se tenga contagio comprobado o que sea de forma muy leve. “En zonas donde el virus no se haya expandido, no hay razones para tener las escuelas cerradas. Las escuelas no solo cumplen una función curricular, sino también social, que pueda coadyuvar de sobremanera a que la información sea procesada correctamente y esa tarea de educación social es fundamental para que en estos tiempos se consolide la consciencia sobre la nueva realidad”, aseveró.
Por otra parte, Espínola consideró que lo que ni siquiera debe pensarse es en abrir las escuelas y colegios de zonas urbanas donde el contagio es elevado. “Por más que todo lo que significa la consecuencia negativa de mantenerlas cerradas, no se puede contribuir desde la educación a la posible expansión del virus y generar una situación más caótica de la que hoy estamos visibilizando en el sistema de Salud”, esgrimió.
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El docente señaló que el horizonte siempre debe ser Salud Pública y desde ahí tomar las decisiones. En ese contexto, afirmó que el debate debe ser más participativo y claro desde el Ministerio de Educación, más todavía sobre la responsabilidad que tomará el docente en un eventual retorno a clases presenciales. “Requerimos aun más claridad y esperamos tener en algún momento dialogo con el MEC, que hasta el momento se cierra a una conversación más democrática”, indicó.
Por último, estimó que en la semana del 22 de febrero se tomarían las decisiones y se tendría una nómina de instituciones habilitadas con todas las condiciones sanitarias para recibir a estudiantes. “Más de 3.000 instituciones educativas no superan los 60 estudiantes cada una. Ahí se puede concretar el distanciamiento, y en espacios abiertos, no se tendría razón alguna para tenerla cerrada”, concluyó.