Las medidas adoptadas en prevención del COVID-19 convirtieron Nanawa, una localidad fronteriza a unos 60 km al noroeste de Asunción, en un pueblo fantasma con sus comerciantes en la ruina. Agentes argentinos custodian la frontera y solo dejan pasar los camiones que transportan mercaderías.
El cierre afecta a familias enteras emparentadas a ambos lados del río Pilcomayo, frontera natural entre los dos países. “Mi esposa vive con una de mis hijas en Clorinda y yo en Nanawa con otras dos. En las fiestas de fin de año pudimos encontrarnos por unas horas para la cena, pero de madrugada tuve que volver cuando estaban relajados los controles”, comenta Javier Rodríguez, uno de los pobladores.
“Una vez me descubrieron y tuve que pasar 14 días en un refugio de la gobernación (de la provincia de Formosa) con otros muchos paraguayos y argentinos”, relató.
Los comerciantes, que dependen completamente de los argentinos, son los que se llevan la peor parte y ni siquiera logran vender sus productos ultrarebajados. En las Fiestas “vendimos todo a precio de remate”, dijo Mariano Vega, un vendedor de lácteos y aceite de la zona.
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Llamados a abrir la frontera
Muchos de los que habitan Nanawa tienen doble nacionalidad. Varias decenas de niños concurren en tiempos normales a las escuelas argentinas. Argentina confirmó un total de 1.905.524 casos positivos y 47.601 decesos, mientras que Paraguay 130.263 casos y 2.668 muertes.
A pesar de la diferencia, los llamados a abrir la frontera aumentan cada día. “Nosotros mantenemos contacto permanente con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y la respuesta (negativa) ha sido la misma”, adujo el canciller saliente de Paraguay, Federico González. El funcionario acaba de entregar el cargo hace dos días, para asumir como director de la hidroeléctrica paraguayo brasileña Itaipú.
Presionado por los comerciantes, en el último encuentro (virtual) de Jefes de Estado del Mercosur en diciembre, Mario Abdo Benítez reclamó de su colega argentino, Alberto Fernández, una decisión política para restablecer el paso fronterizo. En contraste, la frontera paraguayo brasileña se encuentra reabierta desde octubre pasado.
De momento, los comerciantes solo pueden soñar con ayudas del gobierno. La Cámara de Diputados, en receso por vacaciones, fue llamada a sesionar en forma extraordinaria para aprobar una asistencia de 500 dólares por el término de tres meses a favor de comerciantes y personas físicas y jurídicas debidamente identificados de cinco poblaciones fronterizas con Argentina.
La Cámara de Senadores ya dio curso al proyecto de ley que también otorga subsidios excepcionales directos por un monto de 80 dólares por el lapso de tres meses a unos 500.000 trabajadores fronterizos.
Fuente: AFP