Cerca de las 23:00 de ayer sábado se produjo un feroz incendio en el asentamiento RC4 de Zeballos Cué, Asunción, que arrasó con un total de 13 viviendas. La aparente causa fue un cortocircuito que se produjo en una de las humildes casas hechas de materiales como terciadas y carpas, altamente inflamables.

“Nos quedamos sin nada, necesitamos la ayuda de todos para salir adelante otra vez. Los más afectados fueron mi mamá y mi familia, es muy difícil esta situación. Hay niños y 13 familias en estas casas. Yo estaba en mi trabajo cuando pasó todo, me llamaron y me dijeron que fue a causa del cortocircuito”, indicó muy sentido Osvaldo Arévalos, uno de los integrantes de las familias afectadas.

Agregó que el lugar donde estaban asentados era un refugio que construyeron luego de abandonar sus casas a causa de las inundaciones, con la esperanza de conseguir otra como del barrio San Francisco, donde se mudaron los pobladores de la Chacarita.

El hombre afirmó que aún no recibieron ninguna asistencia por parte del Estado ni de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), ente encargado de asistir en situaciones de desastre o accidentes.

Leé más: Pacientes ostomizados del IPS denuncian falta de insumos y amenazan con nueva movilización

Estas 13 familias perdieron todas sus pertenencias. Por lo que se puede observar quedaron solo con las ropas que traían puestas. Entre los enseres que necesitan se encuentran puntales, maderas terciadas, chapas, clavos, carpas, entre otros elementos. Además, precisan de ropas y zapatos, especialmente para niños, colchones, sábanas y cobijas para cubrirse.

“Lo perdimos todo, nos quedamos con lo que tenemos puesto, incluso perdimos todos nuestros documentos”, lamentó el hombre.

Leé también: Entre la ansiedad y la alegría: Bianca recibirá el zolgensma este miércoles

Con lágrimas en los ojos, otra de las afectadas comentó que el fuego fue originado a causa de un cortocircuito que se inició durante la noche, cuando ya todos se encontraban en sus camas descansando, pero que felizmente pudieron salvar sus vidas.

“Yo ya estaba durmiendo, uno de mis hijos me avisó del fuego: humo, humo, mamá, me gritó y cuando eso ya se prendió todo. Nosotros nos acostamos temprano, gracias a Dios pude sacar a todos mis hijos porque los bomberos ya llegaron tarde, muy rápido el fuego avanzó”, dijo Paulina Franco.

Los interesados en ayudar pueden acudir al predio del RC4 de Zeballos Cué, que se encuentra a pocas cuadras del club General Caballero.

Podés leer: Comunidades indígenas del Chaco claman asistencia del Estado


Dejanos tu comentario