Un día como hoy, pero del 2020, se convirtió en el peor día para la familia de Fernando Báez Sosa, joven argentino único hijo de paraguayos, quien fue brutalmente golpeado y asesinado por un grupo de jóvenes rugbistas a la salida de un boliche en Villa Gesell, Argentina.
Es una historia que sigue conmocionando a ambos países y cuyo final se aguarda con el juicio oral para los ocho sospechosos.
“El asesinato de Fernando nos duele desde el primer día hasta ahora que seguimos esperando justicia”, dijo muy dolido y con voz quebrada el padre del joven, don Silvino Báez.
Afirmó que están esperando el momento para que estas personas sean juzgadas, ya que pasó mucho tiempo. “Creo que las investigaciones ya están todas y faltaría muy poco para que empiece el juicio”, afirmó en contacto con Ñandutí.
Manifestó además que están preocupados por el proceso, pero que creen en la justicia. “Hace 12 meses que estamos con esto”, lamentó. Pero destacó que según fuentes oficiales dentro de unos cinco días se dará fecha para el juicio tan esperado y aguarda que se haga justicia en memoria de su hijo.
“El Papa se puso a disposición”
Don Báez resaltó que fue muy reconfortante la llamada recibida del papa Francisco y que los animó cuando ya no daban más por el profundo dolor que todavía siente la familia ante la terrible pérdida.
“El santo padre nos llamó, en el punto más difícil de nuestras vidas nos dio su apoyo. Se puso a disposición nuestra y eso nos dio un empujón enorme anímicamente porque estábamos por el piso. Era muy difícil todo”, sostuvo. Agregó que el presidente de Argentina los recibió en su despacho. “Tenemos un espaldarazo enorme del presidente, aunque somos extranjeros”, dijo.
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“Era nuestro futuro”
En otro momento, destacó que Fernando era su único hijo, el futuro de la familia y que el dolor de su pérdida es tan grande que hasta ahora no reconocen ni lo que comen. “Fernando era todo para nosotros, era nuestra esperanza, nuestro futuro. No sé ni en qué día estoy”, refirió.
Lamentó que no haya estado en ese lugar para ayudar a su hijo. “Yo tenía que estar allí, trato de sobrevivir esto, no tenemos paz y ni la justicia nos va a devolver eso. Tratamos de sobrevivir con eso, vamos hasta que Dios diga basta”, puntualizó.
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“Son ocho los imputados, pero pedimos por dos más”
Al inicio de las investigaciones eran diez los sospechosos, todos jóvenes oriundos de la ciudad de Zárate, provincia de Buenos Aires, quienes se alojaban en una casa a pocas cuadras de la escena del crimen, pero fueron ocho los imputados, quienes están en prisión aguardando la sentencia mediante un juicio oral.
“Nuestros abogados pidieron por los dos más y ojalá que el juez de Garantías acepte. Estamos bien respaldados por nuestra gente. Tenemos mucha fe. La investigación está muy avanzada, no sé si los ocho van a ir a perpetua, pero espero que sí. Veremos qué pasa en el juicio”, apuntó.
Agregó que se hicieron todas las pruebas y que los jóvenes imputados no tenían drogas ni alcohol en ellos. “Eso es lo que me dijeron. Sí que pidieron drogas para festejar la muerte de mi hijo. Pero llegaron la policía y la Fiscalía y no lo lograron”, dijo.
En memoria de Fernando
Para recordar a Fernando, sus padres hicieron una colecta de víveres y útiles para entregar a las familias más carenciadas en nombre de su hijo. Así también, lo fueron a visitar hoy en el cementerio donde yacen sus restos mortales. A las 19:00 participaron de una misa en su honor y se realizará una proyección en la Facultad de Derecho sobre la avenida Libertador.