El paraguayo se caracteriza por ser amable y muy solidario, más aún cuando la situación así lo amerita o cuando una persona necesita de contención en días especiales. Es así que policías que estaban de guardia en la Comisaría 66ª de Encarnación vieron el desánimo de uno de los reclusos, por lo que decidieron celebrarle su cumpleaños.

Según el suboficial Ricardo Servín, de la comisaria de Itá Paso, resaltó que fueron dos de los tres detenidos quienes cumplieron años la semana pasada, pero que en una de las revisiones notó a uno de ellos muy desanimado y triste.

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“En la semana estuvo de cumpleaños uno de los tres detenidos y el sábado otro, pero este último estaba muy triste y yo, como policía, tengo que presumir cualquier cosa, entonces hablé con el suboficial Barreto. Nos pusimos de acuerdo para comprar una torta y gaseosas, para motivarles”, resaltó en contacto con nuestro medio.

Indicó que la idea era levantarle su estado de ánimo porque son pocos en cuanto a personal y no quieren que pase lo peor en una situación así. “No queríamos que por allí, con su situación sentimental, pueda intentar cualquier cosa. No somos nadie para juzgar, ante Dios somos todos hermanos, nosotros como policías solo somos sus custodios”, puntualizó.

Indicó que fue un gesto solidario y que la idea era levantarle el ánimo para que pueda aprender cuando tenga la oportunidad de cambiar. “Para que entre en razón cuando la justicia le dé la oportunidad la libertad pueda valorar y no incurrir más en ser autor de un hecho punible”.

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Fue la primera vez que uno de los jóvenes detenidos recibió una torta en su cumpleaños. Foto: Gentileza.

Primer vez que recibió una torta

Afirmó que luego de recibir este presente por parte los oficiales, el joven levantó su estado de ánimo y muy contento les dijo: “Estoy cumpliendo 26 años y tenía que caer preso para comer una torta”. Agregó el hecho de que nunca recibió una torta durante este tiempo y que se lo haya visto feliz fue más motivador para todos los oficiales.

De esta forma, queda demostrado que aún queda ese gesto de solidaridad en cada paraguayo que puede cambiar totalmente el día a las personas que están pasando por un mal momento y que muy a pesar de la situación por la que atraviesa, no se puede juzgar a nadie.

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