Un hombre identificado como Freddy Ronaldo Riveros Centurión, de 32 años, se encuentra prófugo tras ser sindicado de asesinar con un arma de fuego a su expareja, Sandra Cristiane Bento Rojas, de 33 años, de nacionalidad brasileña.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle San Martín, en el barrio Aviación de la ciudad de Bella Vista, Amambay, alrededor de las 22:00 del sábado pasado. Policías hallaron el cuerpo sin vida de la mujer en su domicilio y presentaba varios impactos de bala.
Todo indicaría que Riveros Centurión se encontraba en el lugar y huyó luego de cometer el hecho. Sin embargo, olvidó su motocicleta. A estas horas ya cuenta con orden de captura, confirmaron desde la Comisaría 5ta. de Bella Vista Norte.
Agentes de dicha dependencia policial además de Criminalística y de la Fiscalía se presentaron en el lugar para realizar los trabajos correspondientes.
Lea más: Militar mató a su pareja, luego falleció en un accidente de tránsito
Este sería el tercer feminicidio ocurrido en lo que va del año en el país. El primero involucró a un militar identificado como Hugo Ibarra, sindicado de matar a su pareja y luego causar un accidente intencional para quitarse la vida. Ocurrió en Pilar, departamento de Ñeembucú, el pasado jueves.
Del segundo caso fue víctima Alicia Alvarenga García, de 21 años, quien fue asesinada y luego su cuerpo fue arrojado a un costado del camino presuntamente por su pareja, Ever Aguilera Maidana, de 28 años. Ocurrió en el barrio San Isidro de Curuguaty el último viernes. La víctima era una mujer indígena de la colonia Sawhoyamaxa de la comunidad Yakye Axa, de Pozo Colorado.
Lea también: Ciudadana rusa reconoce honestidad de oficial paraguaya que le devolvió su equipaje
Dejanos tu comentario
Milei busca eliminar la figura del feminicidio del Código Penal argentino
El gobierno argentino anunció que buscará eliminar la figura de “femicidio” de la ley penal, que agrava la pena de los homicidios a mujeres por motivos de género, tras la crítica del presidente Javier Milei a esta categoría. “Vamos a eliminar la figura del femicidio del Código Penal argentino. Porque esta administración defiende la igualdad ante la ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra”, dijo el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, en su cuenta de la red X.
Milei consideró que la figura de femicidio legaliza “de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, en un encendido discurso brindado en el Foro Económico Mundial en Davos (Suiza). El femicidio es la muerte violenta de una mujer a manos de un hombre por motivos de género y está arraigado en un “sistema social que (...) preserva los órdenes sociales de poder, control y opresión de varones a mujeres”, explica en su sitio web el Ministerio Público Fiscal argentino.
La figura se implementó, aunque no de forma explícita, en 2012 a través de una ley que modificó el artículo 80 del Código Penal argentino para criminalizar de modo agravado la conducta de un hombre que da muerte a una mujer mediando la violencia de género. “El hecho de matar a una mujer no te introduce directamente en el femicidio, sino que la tenés que haber matado en su condición de mujer: la mataste porque es mujer”, explicó a la AFP el abogado penalista, Gastón Francone.
Lea más: Trump ordena replicar en EE. UU. la “Cúpula de Hierro” de Israel
“Ese agravamiento, que tiene de pena perpetua, es diferente a matar a un hombre por su condición de hombre”, dijo Francone, quien señaló que la pena máxima para un homicidio sin agravantes es de 25 años, pero la prisión perpetua recibida por un femicidio puede llegar a 50 años. Para poder modificar el Código Penal argentino, se requiere la aprobación de una ley por parte del Congreso, donde el oficialismo está en minoría frente a una robusta oposición de centroizquierda, bajo cuyo gobierno se introdujo la figura del femicidio.
Según la prensa local, el gobierno prepararía un proyecto de ley para este tema y para eliminar los documentos de identidad no binarios, sancionados en 2021, y los “cupos trans”, que establecen que el Estado nacional debe reservar al menos el 1 % de sus puestos de trabajo para personas transgénero. Pero desde el gobierno no hay gran optimismo sobre el avance del proyecto, según recopilan medios locales.
Fuente: AFP.
Lea también: Corte IDH condenó a Nicaragua por inconstitucional reelección de Ortega
Dejanos tu comentario
A 23 años de uno de los crímenes más macabros que definió el feminicidio en Paraguay
Hugo Tomás Ramírez Sosa, de profesión economista y catedrático universitario, tenía un lado oscuro que quedó al descubierto en la noche del sábado 26 de enero de 2002, cuando tomó un cuchillo y mató a su alumna, quien también era su amante… pero no quedó ahí, luego la descuartizó y arrojó sus restos en varios vecindarios de Asunción y Lambaré.
El docente, entonces de 44 años de edad, no había aceptado la ruptura de la relación de parte de la joven misionera Martha Raquel Orué Hirakawa, de 24 años, y cometió uno de los crímenes más macabros de la historia criminal del país. El hombre fue condenado a 21 años de cárcel en Tacumbú, donde se recibió de abogado, al cumplir casi 14 años de pena obtuvo libertad condicional en diciembre de 2016. Hoy vive aislado en una localidad del interior del país y poco se sabe de él.
Las bolsas negras
En la mañana del domingo 27 de enero del 2002, una persona se comunicó vía telefónica con la comisaría de Lambaré para denunciar que había una bolsa negra tirada al costado de un motel, en zona de Colón y Humaitá, de la cual salía sangre. Los uniformados que acudieron a verificar el lugar se encontraron con el torso de una mujer.
Al filo del mediodía, sobre las calles Félix Bogado y 24 Proyectadas, en Asunción, se encontró otra bolsa que tenía la cabeza de una mujer. Sobre las calles Montevideo y Manduvirá encontraron en una similar bolsa dos brazos. Luego, sobre Las Palmas y 11 de setiembre arrojó las dos piernas de la víctima.
La ruptura
La joven le dijo a Ramírez que la relación llegó a su fin, luego de casi un año y medio, debido a sus celos desmedidos que volvieron tormentoso su romance, que seguían manteniendo a escondidas, pese a que cada cual ya tenían parejas formales. Ante esta determinación, el sujeto no estuvo de acuerdo y la amenazaba que, si no estaba con él, “no sería de nadie”.
Aquel fatídico 26 de enero de 2002, Marta, quien vivía en un inquilinato del centro de Asunción, recibió la sorpresiva visita de Hugo, que le dijo que respetaba su decisión y la invitó a cenar a su casa, ya en plan de amigos, en su casa en el barrio Kennedy de Lambaré.
La joven accedió ante la insistencia, sin saber que lo que le esperaba y que el plan para matarla estaba en marcha. En la vivienda de Ramírez todo fue más tranquilo, el docente estaba respetuoso, amable, le ofreció una cena, tomaron algo y, en un momento dado, le dijo a Marta que iba a corregir algunos exámenes y que quería que lo acompañe. La mujer estuvo un buen rato, sentada, mirando a su profesor revisar las pruebas y luego decidió tomar un baño.
Puñaladas por la espalda
El docente ya tenía planeado asesinar a la joven, solo estaba aguardando tener una oportunidad y la encontró justamente cuando Marta estaba en la ducha. Hugo tomó un cuchillo de cortar carne de la cocina y entró al baño, vio a su víctima de espaldas y, sin dudar, la atacó tres veces, luego le dio cinco estocadas más en el pecho.
Con la misma arma con que le había quitado la vida, comenzó a descuartizarle las extremidades, luego le cortó la cabeza. Seguido, distribuyó el cuerpo desmembrado en bolsas de basura, cuerpo para luego comenzar a dejarlas en varios sitios de la ciudad de Asunción.
A continuación, llamó a su sobrino, que vivía cerca de su casa, y le pidió prestado su automóvil. Tras el macabro recorrido para deshacerse de las bolsas, Hugo volvió a su casa, limpió como pudo la escena del crimen, lavó el baño, el cuchillo y pensó en una buena coartada por si la policía llegaba a él. Entonces, llamó a su novia, con la que pasó el resto de la noche en su departamento, pero ese domingo volvió al sitio del crimen.
Rastros de sangre
Ramírez fue detenido esa misma mañana en que se encontraron los restos de Martha, a partir del testimonio de una amiga de la víctima, a la que contó la pesadilla que implicaba esta relación. El olfato de la policía sospechaba que la coartada de Ramírez no se ajustaba a los hechos, por lo que volvieron a su casa con una orden judicial. Convencido de que borró toda evidencia, el docente dejó que ingresaran los expertos de Criminalística. La primera evidencia que encontraron fueron las bolsas negras muy similares a las que contenían los restos de la estudiante, pero eso no era contundente.
En el baño con luminol (un compuesto químico que resalta la sangre bajo una luz violeta), los investigadores encontraron gran cantidad de pequeñas partículas de sangre que fueron tomadas y analizadas. Luego se revisó el automóvil que estaba estacionado en la propiedad del profesor y en la cajuela encontraron manchas que parecían sangre, también había cabellos y un anillo, que más tarde la familia Orué reconocería como propiedad de Martha. Con todos estos elementos se detuvo a Hugo Ramírez como principal sospechoso del crimen.
Los resultados de las pruebas de ADN confirmaron que toda la sangre encontrada en el baño y el vehículo eran de la joven estudiante. Hugo Ramírez fue imputado por el horrendo homicidio. El proceso judicial fue breve, ya que todas las pruebas demostraban que el docente era el único autor del hecho: el 10 de diciembre de 2002 fue condenado a 21 años de cárcel.
Libertad condicional y Ley 5777
El martes 27 de diciembre de 2016, Hugo Ramírez quedó en libertad, tras cumplir las dos terceras partes de su condena y por buen comportamiento. El profesor Ramírez, abandonó la cárcel con el rostro serio sin querer hablar con los medios de prensa que lo esperaban en la calle. Finalmente, accedió a responder un par de preguntas: “Ya pedí disculpas por mi error, fueron 14 años de encierro y en mi foja de servicio está todo lo que hice. Nunca tuvo incidentes dentro del penal…”.
Coincidentemente, ese mismo día, el 27 de diciembre de 2016, era promulgada la Ley n.º 5777 “de protección integral a las mujeres, contra toda forma de violencia”, cuyo borrador se redactó en el 2008, y que incorporó el feminicidio como una de las formas más extremas de violencia contra las mujeres, donde, por lo general, el victimario tenía o había tenido una relación o vínculo (esposo, pareja, novio, expareja, etcétera) con la víctima.
Lea también: El día que el narco brasileño “Piloto” mató en prisión para evitar su extradición
Dejanos tu comentario
Tras 15 años detienen a un hombre acusado de abusar de su hijastra
En el marco de una tarea de investigación y seguimiento, agentes del Departamento de Inteligencia del Alto Paraná lograron detener a un hombre que contaba con una orden de captura en su contra desde hace 15 años, luego de una denuncia de abuso sexual contra una menor.
El hombre fue identificado como Diosnel R. F. de 70 años, quien hace 15 años fue acusado de abusar sistemáticamente de su hijastra, que en el momento de la denuncia tenía 14 años. La víctima lo habría reconocido y tras esto el hombre se dio a la fuga hasta la fecha.
“Al principio accedió tranquilamente a la inspección dando otra identidad, pero nosotros ya teníamos la fotografía y los datos reales de él, por lo que fue en vano este intento. Tras darse cuenta de lo que se trataba, intentó resistirse, pero ya se ejecutó la orden de captura firmada por el juez”, indicó el comisario Richard Vera en conversación con el canal de noticias NPY.
Podés Leer: Fiscalía pide 12 años de prisión para exministro Walter Bower
El mismo explicó que el ahora detenido estaba usando la cédula de identidad de un primo, la cual le habría facilitado burlar los controles hasta el momento, ya que el hombre mantuvo un perfil local; así también especificó que el caso siempre se mantuvo activo y que estaba en una lista de hechos que eran investigados y a los cuales se les estaba dando seguimiento desde el Departamento de Inteligencia desde hacía meses.
Diosnel se encuentra ahora detenido en el departamento de Investigaciones de la Policía en Alto Paraná y su captura fue comunicada al Ministerio Público para que se pueda dar la continuidad correspondiente al proceso dentro de la causa abierta en su contra.
Dejanos tu comentario
Joven perdió una mano y la otra está en riesgo tras defenderse de un intento de feminicidio
Hermelinda Vázquez Rodríguez, es una joven de 22 años, que perdió una mano al defenderse de un intento de feminicidio ocurrido en Caaguazú. Tras llegar de su trabajo, la mujer fue recibida por su expareja Víctor Alviso Gómez, quien la atacó con machete y le amputó una mano, además de causar serias heridas y fracturas en el otro brazo, por lo que el riesgo de amputación sigue.
En el momento del ataque, la mujer intentó cubrirse con los manos y brazos, y así, herida, corrió hasta un vecino cercano y solicitó ayuda a sus vecinos, quienes la socorrieron. El hecho ocurrió alrededor de las 22:00. Según la denuncia, la joven incluso fue coaccionada y abusada sexualmente.
Según los vecinos, la relación llevaba pocos meses, incluso, la joven, quien había viajado a Brasil para trabajar, se vio obligada a regresar debido los celos. Tras llegar nuevamente a nuestro país, comenzó a trabajar en un supermercado en horario nocturno.
Lea también: La cirugía bariátrica, una herramienta para combatir la obesidad
El hombre discutió con su expareja, a quien esperó que saliera del supermercado donde trabaja y la atacó con machetillo. La víctima fue auxiliada y trasladada hasta un hospital zonal y posteriormente derivada al Hospital de Trauma, donde sigue internada en estado delicado, ya que no solo tiene heridas en el brazo, sino además en otras partes del cuerpo como en el cráneo.
Tras cometer el cobarde acto, Víctor Alviso se dio a la fuga a bordo de su vehículo, de la marca Toyota, modelo Corolla, de color blanco, chapa BSL 574, que fue encontrado abandonado en una zona boscosa, a pocos metros donde también fue hallado su cuerpo sin vida. También fue encontrado el machetillo usado para el ataque.
Lea también: Diego Moreno Rodríguez, el primer juez paraguayo de la Corte IDH
La fiscal Norma Salinas, interviniente de turno, acudió hasta el lugar donde fue hallado el cuerpo y se alzó con las evidencias. Indicó que están investigando el hecho con apoyo de la Policía Nacional. La fiscal indica que lo sucedido incluso pudo ser peor, considerando que en el automóvil abandonado encontraron una pala, lo que hace presumir que el hombre fallecido tenía otras intensiones.