El Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) informó este miércoles que se registró un total de 25 trasplantes de médula ósea en el 2020, mediante un trabajo coordinado entre varios sectores.
Pese a las enormes dificultades a consecuencia de la pandemia, la incertidumbre que atravesó la sociedad en general y la comunidad hospitalaria en particular; los programas de trasplante se ajustaron a los protocolos de atención para pacientes trasplantados y todos fueron sometidos a los estudios de PCR para COVID-19.
En el 2020, la cantidad de trasplantes realizados en el mundo cayó sustancialmente, sin embargo, en nuestro país se ha superado el récord en relación al año anterior (2019), que registró 24 trasplantes de médula ósea.
Si bien el número de trasplantes reportados aún se encuentra lejos del objetivo que se tiene como país, cada una de las intervenciones realizadas ha supuesto un enorme esfuerzo por parte de los profesionales implicados, dada la situación epidemiológica, que aumenta la complejidad de los procedimientos.
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Procesos no admiten esperas prolongadas
En este sentido, desde el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) se destaca la importante labor de todo el personal humano involucrado en el proceso, teniendo en cuenta la implicancia de lo que ha conllevado mantener la actividad del trasplante en plena pandemia.
Por otro lado, es importante señalar que la mayoría de los pacientes que necesitan trasplante de médula ósea no admiten tiempos de espera prolongados. Algunas de las enfermedades más frecuentes que llegan a requerir de este procedimiento son las leucemias agudas, los fallos medulares y las inmunodeficiencias.
Otro dato resaltante es que, mediante el convenio entre la cartera sanitaria y el Instituto de Previsión Social se puede llevar a cabo el trasplante de medula ósea, una intervención de alta complejidad y calidad para los pacientes que requieren de estos servicios.
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