Como todos los domingos, el obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, recordó durante la celebración religiosa a los secuestrados en el norte quienes están en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo y pidió por la liberación de ellos. Se refirió a las familias que están sufriendo por la incertidumbre de no saber nada de sus seres queridos y que tuvieron que pasar la Navidad son ellos lejos.

Así también, el religioso oró por las familias de la Chacarita, quienes perdieron no solo sus casas sino además todas sus pertenencias. “Se quedaron con lo que tenían puesto”, lamentó al tiempo de pedir que puedan obtener la ayuda necesaria para hacer frente a la situación.

Dentro del calendario católico, hoy primer domingo luego de Navidad, se conmemora el día de la Sagrada Familia. La festividad fue establecida por el papa León III para dar a las familias un modelo evangélico de vida, de virtudes domésticas y de unión, amor, respeto, dijo.

En su homilía, el obispo de Caacupé recordó el Sínodo de la Familia celebrada en el 2014 y cuyo diagnóstico fue que las “familias están fragmentadas, rotas, sumidas en la pobreza, miseria y angustia, con dificultades internas y externas, además de preocupaciones de tipo laboral y económico”.

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Se refirió a los abusos, droga, alcohol, dependencia sexual, aborto, uniones libres, segundas nupcias, como algunos de los desafíos que se plantean a las familias. “Debemos mirar a la Sagrada Familia para que nos diga el secreto de cómo formar una familia”, comentó.

Recordó las recomendaciones del papa Pablo VI, quien sacó una serie de sugerencias para mantener un matrimonio, entre los que sobresalen el silencio para saber oír al otro. Asimismo, se refirió a las lecciones domésticas como el respecto, el amor, la sabiduría que deben ser inculcadas a los hijos. La tercera referencia está relacionada al trabajo que dignifica las personas. “Pidamos a Dios para tener como modelo a la Sagrada familia de Nazaret”, dijo en su homilía.

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