El periodo de adviento que anuncia la inminente llegada de la Navidad motivó al obispo de la Diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, a reflexionar sobre cómo se debe esperar esta fecha especial para los cristianos. En ese sentido, pidió por la vuelta a sus hogares de los secuestrados por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y también por la niña desparecida en Emboscada, además del fin de la violencia que deja a muchas familias enlutadas.
En esta lluviosa mañana, monseñor Valenzuela hizo alusión a la conocida canción de Marco Antonio Solís, “Navidad sin ti”, para propiciar el regreso de muchas personas, en especial de Edelio Morínigo, Félix Urbieta, Óscar Denis y de la niña desaparecida en Emboscada. No obstante, la reflexión también fue para concienciar sobre los hechos de violencia, asaltos, homicidios y feminicidios que hacen que en esta Navidad haya un lugar vacío en las mesas de muchas familias.
“Son los últimos días de adviento y al contemplar tan cerca el nacimiento de Jesús, nos obliga a preguntarnos: ¿cómo voy a recibir al niño que se hace presencia viva y concreta en medio de nosotros? ¿Cómo me estoy preparando? ¿Cómo voy a vivir, cómo voy a expresar a este Dios ternura que se acerca hasta convertirse en uno de nosotros, que está a mi lado y no me doy cuenta? ¿Cómo voy a dar calor y compañía al recién nacido con mi corazón y aquí en mi casa? Pensemos en eso qué desafío tenemos para esta Navidad”, manifestó Valenzuela en su homilía de esta mañana.
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Al hablar de la canción de Solís, Valenzuela hizo alusión a aquellas personas que no están cerca en estas fechas importantes, ya sea porque murieron o porque están lejos. En este caso recordó a aquellas personas desaparecidas tales como la niña de Emboscada, Edelio Morínigo, Félix Urbieta, Óscar Denis y otras personas que murieron a causa de violencia y feminicidios.
“Como querríamos brindar nosotros por el retorno de tanta gente, pensemos en Juliet dónde estará, pensemos en Edelio Morínigo, en Félix Urbieta, en Óscar Denis y tantos otros que ya no están, tanto por feminicidios, asaltos, robos que han perdido la vida, que han perdido familiares también y llega Navidad y yo sin ti”, recordó.
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Agregó que hoy en día “nuestros pecados nos abruman” y “saltan a la luz”; sin embargo, en su generosidad Dios nos elige a pesar de nuestra miseria y nos invita a que Jesús pueda nacer en nuestro interior sin importar las apariencias. No obstante, aclaró que cuando aceptamos a Jesús, debemos hacerlo a los hermanos.