Este diciembre se concretó el egreso de la primera promoción de alumnos del Centro Educativo Arambé, cerrando el primer ciclo de los doce años de existencia y de educación del moderno e inclusivo colegio ubicado en Luque, de la Fundación Ramón T. Cartes.
Los chicos, quienes provienen de familias de escasos recursos, son hoy el ejemplo de que con buenas oportunidades pueden superar adversidades. Ahora cuentan con todas las herramientas necesarias para salir a enfrentar el mundo laboral y la universidad.
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Así explicó Catherine Chauvel, directora de la institución privada, en conversación con La Nación. “Para nosotros es realmente terminar un ciclo, una etapa. Son doce años que el centro está abierto y aquí es como podemos ver el mayor de nuestros logros llegar a la etapa culminante. Cuando vemos que los chicos están comenzando a desplegar sus alas, es porque estamos haciendo bien las cosas aquí dentro”, señaló.
La también educadora mencionó que los chicos –a pesar de la adversidad que les tocó en la vida– lograron sobresalir y hoy representan un orgullo y satisfacción para sus padres, docentes y autoridades de la entidad.
“Este año fue bastante complejo, por todas las incertidumbres. Primero tuvimos 15 días de suspensión al inicio de la pandemia, luego fueron más días. Nos fuimos adaptando, algo que pasó a nivel país y mundial igualmente. Pero supimos sobrellevar, capacitamos a los docentes y alumnos con las herramientas digitales”, describió sobre la coincidencia del presente año lectivo con la pandemia.
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“Comenzamos por clases por Zoom, luego Google Classroom y finalmente Google Meet. Con los más chicos teníamos clases por Whatsapp con los padres. Con los más grandes tuvimos más facilidad, ya que son más independientes y autónomos al estudiar. Les proveímos de todas las herramientas, como libros, tablets, acceso a internet. Fue un esfuerzo grande”, relató Chauvel. Como en toda institución educativa, la directora comentó que se tuvieron desfases con respecto a un año lectivo normal. Sin embargo, fuera de todo eso, indicó que cerraron un buen año.
Destacó que la primera promoción de Arambé se recibe del Bachillerato Científico Social. Por cuestiones de trámites, este grupo de estudiantes no forma parte del bachillerato internacional. La promoción 2021 sí ya entrará a formar parte del bachillerato internacional. No obstante, los recién graduados cuentan con todas las herramientas que se proveen en uno internacional.
“En total son 18 alumnos. Hace doce años nos costó instalarnos en la zona, nadie sabía qué pasaba en Arambé. Debíamos salir a tocar puertas para conseguir chicos. Hoy la demanda es altísima. Tenemos proyectos de afuera, que vamos complementado a la malla curricular nacional”, señaló.
Trabajo integral
Por otra, parte la directora de la institución comentó que los estudiantes recibidos forman parte de una familia que también la compone todo el plantel del centro educativo. “Siempre te dicen que uno debe vincularse demasiado con los alumnos, pero acá es parte del trabajo. En Arambé es imposible porque es algo que nos caracteriza. El trabajo integral que llevamos no nos deja estar ajenos a las necesidades de las familias de los alumnos. Por eso tenemos talleres con los padres, les hacemos estudios médicos, además de la comida que reciben. Así vamos paliando sus necesidades”, resaltó.
Por último, destacó que los egresados están con todas las herramientas cargadísimas en sus mochilas para salir a enfrentar el mundo laboral y una carrera universitaria, iniciando una nueva etapa en sus vidas. “Los chicos son autónomos y con potencial, dispuestos a aprovechar las oportunidades que le brindará el mundo. Promovemos el sentido de pertenencia, cuidado de la familia, así como la estimulación a la actividad del servicio”, concluyó.