Rocío Soledad Chaparro, la mujer de 36 años que se encontraba desaparecida, se presentó en la comisaría 9ª de Limpio al enterarse que estaba siendo buscada por su marido y familiares. La joven llegó hasta la dependencia policial en compañía de un ciudadano peruano, alrededor de las 11:00 de esta mañana.

En tanto que su marido, Jonny Cano, fue detenido y luego liberado por orden fiscal tras ser sindicado como principal sospechoso de su desaparición. Sin embargo, el caso tuvo un giro inesperado este jueves.

La mujer habría desaparecido durante casi una semana con el ciudadano peruano identificado como Alberto Rossi Castillo, de 43 años, quien sería su nueva pareja. Antes de la desaparición, las tres personas vivían en la misma casa, en Luque, además de los tres hijos del matrimonio.

Rocío manifestó que un conocido suyo le envió un mensaje expresando que estaba siendo buscada al no saber sobre su paradero desde el pasado 4 de diciembre. A lo que ella manifestó que estaba residiendo en un alquiler, en la zona céntrica de Limpio, con Castillo.

“Ella manifestó que salió el miércoles 2 de diciembre y que vinieron a Limpio para vivir juntos. Dijo que no tenían radio ni televisión ni celular. Ahora están con la fiscala que tiene el caso. El peruano dijo que desde hace 4 años son pareja, que el marido no le iba a dar el divorcio”, expresó el comisario Óscar Ledesma, sub jefe de la comisaría de Limpio, en contacto con 1020 AM.

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Autoridades la buscaban

Hoy siguió la búsqueda de parte de la Policía Nacional, la Fiscalía y los Bomberos Voluntarios en un pozo de casi 10 metros en la vivienda de Luque donde la joven residía. Mientras que Cano permaneció detenido, también hasta esta mañana, tras ser sindicado como el responsable de la desaparición de su esposa.

Ayer la comitiva fiscal policial encontró 17 piezas dentarias en un sanitario ,luego de un allanamiento en la vivienda que compartían en Isla Bogado, Luque. Además, encontraron tres prendas en el habitáculo del vehículo de la pareja de la mujer.

“Yo no soy culpable, yo estoy tranquilo. Yo me enfrenté con el peruano en su momento. No me peleé con ella, nunca la toqué. Me reclamó que yo le pegué a ella y no fue así”, expresó el marido durante el primer allanamiento y poco antes de quedar detenido. Chaparro y Cano tienen tres hijos, fruto de su relación sentimental, quienes están al cuidado de una tía, unos mellizos de 8 años y una adolescente de 15.

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