La misa a puertas cerradas en la celebración de la víspera del Día de la Virgen de Caacupé se desarrolló esta mañana bajo el lema: “La Eucaristía nos impulsa a anunciar la buena noticia”, en tanto que la homilía estuvo a cargo del reverendo Osvaldo Duarte, quien recordó a la beata paraguaya Chiquitunga y solicitó unión a los paraguayos para enfrentar la corrupción.
El sacerdote señaló que las medidas restrictivas en época de pandemia por COVID-19 evidenciaron “la fragilidad humana”. Manifestó que se deben poner en práctica las enseñanzas de Jesús y evitar ser cómplices del mal. Agregó que los hijos de la iglesia son enviados y portadores de la buena noticia.
“Estamos invitados al estilo de Jesús a dar lo mejor de nosotros como ejercicio de nuestro sacerdocio bautismal. Así lo entendió nuestra querida beata María Felicia ‘Chiquitunga’”, afirmó.
Sobre Chiquitunga expresó que se trató de una mujer que entregó su propia vida para que Jesús sea amado y conocido entre los paraguayos. Indicó que su propósito fue que “todas las personas tuviesen oportunidades para llevar una vida digna como hijos de Dios”.
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“Por eso fue capaz de volcar su vida caminando incansablemente por su querida Villarrica y más tarde por los barrios de Asunción para asistir a los pobres y enfermos. Porque en ellos hallaba a Jesús y porque ella sabía que eran los preferidos de Dios”, expresó el religioso.
Así también explicó que todos los cristianos están llamados a tener como ejemplo a Chiquitunga. “Es también el servicio y la actitud que supo cultivar de manera permanente nuestra querida beata María Felicia al estilo de Jesús y repetirá hasta el cansancio ‘todo te ofrezco, señor’. A eso estamos llamados todos los cristianos, a que nuestra vida se vea reflejada en acciones concretas”, manifestó.
Derecho a llevar una vida digna
En otro momento expresó que todos los paraguayos tienen el derecho de llevar una vida digna y que por encima de los intereses personales debería de primar el bienestar del prójimo porque las personas fueron hechas a imagen y semejanza de Dios. Agregó que la eucaristía “es entendida como la manifestación del amor incondicional del todopoderoso para con la humanidad”.
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Por otro lado, el religioso pidió mayor unión entre los ciudadanos para unir fuerzas y talento para combatir la corrupción que se encuentra en todos los estamentos de la sociedad. “Al mismo tiempo para combatir la pobreza y la indiferencia en pos del bienestar de la mayoría”, dijo Duarte.
Lamentó que paraguayos pasen hambre cuando “la tierra en la que habitamos es una tierra fértil, generosa, capaz de producir miles y miles de toneladas de carne y granos. Cómo duele cuando vemos por nuestras calles, niños, jóvenes, adultos, ancianos o a nuestros hermanos indígenas mendigando una migaja de pan cuando no tendríamos que ver compatriotas para saciar su hambre”, afirmó.
Finalmente recordó que la eucaristía es alimento para el espíritu que se necesita a diario para poder cumplir con la misión de cristianos y ciudadanos de bien.
Años anteriores en esta fecha, la explanada de la Basílica se encontraba repleta de fieles que llegaban para guardar el lugar y ser parte de la misa central del 8 de diciembre. Este año la misa será a puertas cerradas y será transmitida a través de los medios de comunicación e internet.