En muchas oportunidades escuchamos decir la frase: “las limitaciones se las pone uno mismo”, este no es el caso de Claudio Vergara, a quien la vida le puso una prueba desde niño, pero nunca representó un motivo para rendirse. Este joven de solo 18 años perdió una pierna en un trágico accidente, ahora juega piki vóley para ayudar a su familia.
Según relató al diario Crónica, desde pequeño soñó con ser jugador de fútbol, pero este sueño se vio afectado cuando solo tenía 9 años, en un terrible accidente. “A esa edad, al salir de la escuela, estaba cruzando la calle cuando un borracho me chocó con su vehículo. Mi mamá me contó que estuve 3 meses internado en el hospital y en ese lapso tuvieron que amputarme la pierna izquierda”, señaló.
Mencionó que como todo niño no lamentó lo sucedido y que tal vez este fue el motivo por el que supo sobrellevar la situación, “tal vez no dimensionaba lo que eso significaba”. Pasaron los años y Claudio comenzó a sentir una gran tristeza ante su pérdida, “pero no me dejé vencer, al contrario, peleé para hacer mi vida normalmente”, dijo muy seguro.
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Juega y ayuda a su familia
Resaltó que en esta etapa de su vida no le afecta en absoluto lo ocurrido y trata de vivir su vida como cualquier otro y lo disfruta mucho “minuto a minuto”. Además, este joven no perdió el talento y sigue dominado la pelota de una forma increíble, dejando sorprendidos a todos aquellos que lo ven jugar al piki vóley en su querido Acaray, en Ciudad del Este.
De esta manera, Claudio da una lección, de que se puede superar cualquier tipo de contratiempo cuando se quiere. Además de deleitar a todos con su ingeniosa mamera de jugar y dejando con la boca abierta a miles de internautas en redes sociales, luego de que uno de sus incansables seguidores publicó un video donde se lo ve dominando la pelota.
“Muchas veces ya rompí mis muletas (ríe), pero la pasión por jugar es más fuerte. Hace 5 años que juego piki vóley a plata. También juego fútbol y vóley. Es lo que me mantiene con ganas de seguir para delante”, sostuvo.
Soy “Muleta” en las canchas
“Al entrar a la cancha me olvido de mi condición y juego a muerte, porque no me gusta perder. En la cancha todos me llaman ‘muleta’. Cuando recorro otras ciudades, se sorprenden cuando me ven jugar así. Al principio me costó, pero luego me adapté y ahora ya es fácil para mí”, indicó.
Así también, dejó un mensaje que toca el corazón a todos, ya siempre confía en Dios y es él quien le da las fuerzas para seguir en la lucha. “Tuve problemas, pero Dios te da un obstáculo para superar y darte más logros. Ahora acá estoy persiguiendo una pasión que quiero hacer toda la vida. Después de mucho por este tema de la pandemia volvimos a jugar piki vóley. Nos cuidamos por cualquier cosa”, señaló.
Sigo adelante gracias a mi familia
Claudio recordó que cuando sucedió el accidente su mamá tuvo que vender su vivienda, para que su pequeño hijo pueda seguir un buen tratamiento y eso motiva a este joven a seguir jugando, para poder ayudar a su familia que dio todo por él. “Le voy a estar agradecido toda la vida. Ahora tenemos nuevamente nuestra casa gracias a la ayuda de mucha gente y con lo que gano en el piki ayudo a mi familia. Yo sigo para adelante gracias a mi familia, a mis padres y hermanos”, ratificó.
Este audaz muchacho este año culminó el primer año de la media y quiso dar un consejo a los jóvenes que ahora están pasando por alguna situación complicada: “Que nunca se dejen vencer por las barreras que muchas veces uno encuentra en el camino, que siempre hay que seguir el sueño que se tiene”, finalizó.