La ciudad de Ayolas sigue consternada tras la tragedia ocurrida el domingo por la mañana, en la zona conocida como Las Piedras, en el río Paraná, donde cuatro jóvenes oriundos de esta localidad misionera perdieron la vida de manera trágica, ahogados tras ingresar al peligroso y profundo sector del río.
Cinco jóvenes, que estaban ingiriendo bebidas alcohólicas, decidieron ir a continuar la fiesta y recibir al domingo a orillas del río, en el lugar mencionado. Testigos del hecho afirman que todos decidieron ingresar al río a refrescarse en horas de la mañana, sin embargo, esta versión no coincide con la expresada por Enrique Cardozo, único sobreviviente del grupo de jóvenes que terminaron pereciendo en las turbulentas aguas del río.
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Un pozo profundo
Esta persona, aún bastante afectada por la terrible experiencia, explica a C9N que llegaron al lugar desde las 6:00, luego de compartir la noche en casa de un amigo. Entre los fallecidos se encuentra una menor de 16 años, cuyo cuerpo fue el último en ser rescatado del pozo de aproximadamente 6 metros de profundidad, en una zona con bastantes piedras, por lo que las aguas se vuelven turbulentas y se producen peligrosos remolinos.
“La chica quería refrescarse y un grupo de personas que se encontraba en el lugar le dijeron que no se tirara porque había muchas piedras, nosotros le dijimos que no, también. Ella igual se tiró, no sé que es lo que quería hacer, pero se quedó en el lugar. Pero, poco a poco, la corriente la iba arrastrando hasta que de repente comenzó a irse”, relata Enrique.
El único sobreviviente del grupo fue el primero que se lanzó al agua tratando de rescatar a la joven. “Ella ya no podía sostenerse y yo me tiré cuando ella ya se estaba dirigiendo hacia la zona donde está el pozo, que se encuentra como a 50 metros de la orilla”, explica el sobreviviente refiriéndose a la zona del río donde se forma un remolino por la presencia de las piedras y producto de eso, existe un profundo pozo de aproximadamente 6 metros, según pudieron constatar los rescatistas.
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Los demás no sabían nada
“Llegué hasta ella y la agarré del cabello, pero a ella ya la estaba llevando la corriente hacia el fondo y, de repente, a mí también comenzó a llevarme. Entonces la solté y comencé a pedir auxilio porque no iba a poder solo, pero los demás no se quisieron tirar al agua porque no sabían nadar, pero eso no lo sabía”, recuerda Enrique.
Los demás integrantes del grupo, entre los cuales se encontraba un hermano de la menor que ya había sido succionada por el remolino, de igual manera se lanzaron al rescate. “Seguramente se golpearon por las piedras al tirarse, yo tengo un golpe en la cabeza, otro en la mano y en las rodillas, que me los hice al golpear contra la piedras”, dice Enrique, mientras muestra los rastros en su cuerpo, de la lucha contra la fuerte corriente que trataba de arrastrarlo al mismo pozo.
Media hora luchando contra la corriente
Enrique recuerda que miró a sus amigos y ya no logró divisar a ninguno de ellos y comenzó a luchar contra la corriente a pesar que no iba a ningún lado, porque el remolino intentaba arrastrarlo también a él. “Habré estado así como media hora, hasta que llegaron los bomberos, pero ellos tampoco podían entrar. Un vecino lanzó una piola, pero tampoco lograba alcanzarla”, cuenta.
Fue en ese momento, en el que estaba a punto de rendirse a causa del agotamiento, que oyó la voz de la menor, que le dijo que no podía morir en ese lugar. Eso le dio más fuerzas e hizo un esfuerzo mayor con lo que le restaba de energía y logró alcanzar la piola que le tiró un vecino, en el mismo instante que se presentó un fuerte calambre en una de sus piernas.
Nueva oportunidad
“No pude hacer nada, tengo 25 años y Dios me dio una nueva oportunidad. Esto me va a hacer dejar la bebida. Me estoy haciendo del fuerte, pero todavía no he podido ni dormir. Las palabras que escuché de la chica fue lo que me ayudó a pelear para no morir. Eso me va a hacer cambiar mi estilo de vida y buscar pasar más tiempo con mi familia”, expresó Enrique Cardozo.
Los testigos cuentan que Enrique es un gran nadador y a pesar de haberse golpeado la cabeza por las piedras, al lanzarse tratando de sacar a la joven. Antes de despedirse, el sobreviviente lanzó un mensaje a todos los jóvenes, quien como él, prefieren disfrutar de manera peligrosa la vida: “Tenemos que escuchar más a nuestros padres”, concluyó. Los cuerpos rescatados ayer corresponden a Juan Carlos Cardozo Miranda, Óscar Rodríguez y Juan Monzón Brizuela. En tanto que este lunes fue hallado el cuerpo de una menor de 16 años de edad.
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