Se realizó el tercer día de novenario con la misa celebrada a puertas cerradas desde la Basílica de Caacupé, con la transmisión a través de medios de comunicación e internet. A pesar de las restricciones, un grupo de personas se encontró en las afueras de la iglesia.
El obispo Ricardo Valenzuela señaló que se extraña la congregación multitudinaria como se registraba en años anteriores. En tanto que la misa estuvo a cargo de monseñor Pedro Collar, obispo de Misiones y Ñeembucú, mientras que la homilía fue correspondida por monseñor Enrique Meyer, cura rector del Santuario Virgen del Rosario de Luque.
“Realmente extrañamos esa peregrinación anual y presencia multitudinaria del clero aquí en Caacupé, por eso les invito a que también hagan esa peregrinación espiritual desde el corazón”, expresó monseñor Collar al inicio de la misa.
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Durante la misa de la mañana de este lunes hablaron sobre la Eucaristía y su relación con el ministerio pascual. Además relataron la historia de Jesús y su sacrificio de entregar su cuerpo, derramar su sangre para redimir a los pueblos de la esclavitud. Instaron a conocer la Eucaristía este año y pidieron identificarse con Jesús.
“En la noche que celebraba la cena pascual, Jesús va a tomar un pan y va a repartir a sus apóstoles y va a decir ‘tomen, esto es mi cuerpo que será entregado en sacrificio por ustedes’ y después va a tomar la copa de vino y decir ‘tomen, esta es mi sangre que se va a derramar para el perdón de los pecados’”, afirmó el cura rector del Santuario Virgen del Rosario de Luque.
En tanto que monseñor Meyer estuvo cargo de la homilía, quien solicitó eliminar la corrupción para poder vivir el Sacramento de la Eucaristía. El religioso habló bajo el tema “En la misa se actualiza el sacrificio de la cruz”. “En nombre de los sacerdotes del Paraguay estoy aquí en el tercer día del novenario. Estoy para hablar sobre el tema de este año que es la Eucaristía”, señaló. En otro momento dijo que la Eucaristía debe ser un principio de la devoción cristiana. “Todos tenemos que procurar de conocer más este ministerio”, manifestó.
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El religioso pidió a la Virgen que los cristianos vivan con fidelidad la entrega al misterio de la Eucaristía al igual que Jesús para dar la vida por nuestros hermanos. “Jesús mismo va a ser el sacerdote que va a ofrecer el sacrificio y va a ser la víctima con su propia sangre que nos va a salvar. El mismo Jesús nos mandó y nos dijo ‘hagan esto en memoria mía’. Entonces para nosotros celebrar la Eucaristía, estamos celebrando, actualizando y haciendo presente el sacrificio de Jesús en la cruz”, afirmó Meyer.
Al mismo tiempo pidió valorar y que el sacramento de la Eucaristía sea el centro de la vida cristiana. Indicó que al celebrar la Eucaristía se celebra la salvación. “Tenemos que procurar que la Eucaristía sea la fuente de nuestra vida cristiana para que nosotros como Jesús ofrezcamos nuestra vida al Padre. Una vida vivida en la justicia, el amor, la paz y en el servicio. Cuando celebramos la Eucaristía tenemos que identificarnos en Jesús”, manifestó.
Ayer, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, firmó el decreto Nº 4.410 que amplía la resolución presidencial Nº 4.330 emitida el pasado 13 de noviembre del presente año e implementa nuevas medidas del Plan de Levantamiento Gradual del Aislamiento Preventivo General en Caacupé. El documento señala que están autorizadas las actividades de compra de insumos básicos y medicamentos en el perímetro de tres cuadras a la redonda de la Basílica Virgen de los Milagros de Caacupé y del lugar conocido como Tupãsy Ykua.
Los niños menores de 12 años y personas mayores de 60 años no podrán ingresar a las plazas o espacios públicos similares en el perímetro correspondiente a tres cuadras a la redonda de la Basílica y en el Tupãsy Ykua. Durante la vigencia de este decreto, quedan prohibidas las actividades de comercios no esenciales y locales gastronómicos en un perímetro de tres cuadras a la redonda de la Basílica y Tupãsy Ykua.