Los testimonios que giran en torno a milagros realizados por la Virgen María son impactantes. Experiencias e historias de vida que retratan ejemplos de superación únicos, que nos llevan a reflexionar sobre la capacidad y fortaleza de algunas personas para encarar las más difíciles situaciones que un humano pueda enfrentar.

Desde La Nación buscamos transmitir algunas de estas vivencias, para contar las innumerables pruebas de vida que Dios y la Virgen han puesto en el camino de esas personas, como así también los increíbles desenlaces de éstas, que se dieron a través de la fe. En ese trajín es que hemos llegado al caso de la señora Gloria Almada, una mujer cuya vida misma genera un asombro por las características de los conflictos que enfrentó, pero superó gracias a su fe en la Virgen María y con Dios, según relata.

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“Mi vida yo hice gracias a la Virgen. Hoy, mi hijo y yo vivimos gracias a la Virgen”, inició contando Gloria. Ella es una mujer que logró tener un hijo a pesar de los diagnósticos médicos que decían lo contrario. Es alguien que enfrentó todo tipo de enfermedades, raras algunas, que pudo superar con cientos de tratamientos, pero lo más importante, con su fortaleza, fe y esperanza en la Virgen María.

Gloria refirió que tiene una relación muy cercana con la Virgen; un vínculo espiritual. Constantemente le siente cerca a la Virgen María. En su relato rememoró que se casó y que por el tiempo de 7 años no podía quedar embarazada. Fue por esto que acudió a la Virgen, lo que finalmente le llevó a concebir un hijo y justo en el día de la Virgen, el 8 de diciembre.

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Otra dura noticia

Un año después de tener a su hijo, empezó a registrar problemas en el útero. Los médicos se constataron que padecía de displasia moderada. La medicaron, pero su cuerpo no recibió bien los insumos. Más tarde, justo un 15 de mayo, Día de la Madre, a sus 31 años de edad, le diagnosticaron cáncer de cuello uterino. Le dijeron incluso que si denotaba mejoras, le iban a tener que extraer el útero entero. “Yo me desesperé y me encomendé a la Virgen María. Salí desolada ese día del hospital. Yo conté la situación a mi médico de cabecera y me dijo que salí sorteada y que me encomiende a la Virgen”, comentó.

Unas semanas después, la mujer iba a ser operada por el cáncer que sufría. El médico interviniente, al terminar el procedimiento quirúrgico, le dio un rosario. Otro día, cuando fue a retirar el análisis para conocer cómo evolucionó con respecto a su diagnóstico, descubrió que sufría también de neoplasia. Entonces los profesionales decidieron por quitarle enteramente el útero.

Más adversidades

Fue así que logró superar al cáncer y agradeció nuevamente a la Virgen María por otra batalla ganada. No obstante, a los 6 años de esta situación empezó a registrar problemas en la piel. “La piel se me caía a pedazos. Me fui a varios doctores, me hice miles de estudios. Mi médico me dijo nuevamente que salí sorteada y que le pida una vez más ayuda a la Virgen. Me hice una biopsia y salió que tenía pénfigo vulgar, un inusual y doloroso trastorno epidérmico. Miles de médicos no sabían cómo tratar, cada día estaba más flaca. Llegué a tener 45 kilos”, mencionó.

En el Instituto de Previsión Social (IPS) le señalaron que reunía todas las características de una enfermedad más grave y le indicaron que no tenían los reactivos para hacer el test de Sida. Finalmente, en un laboratorio privado el examen arrojó negativo al VIH. Su condición seguía siendo extraña y empeoraba cada día. Los médicos no lograban identificar algún medicamento que pueda servir a la mujer, hasta que una doctora le recetó una medicación muy fuerte, pero le dijo que se encomiende a la Virgen para mejorar.

“No había caso, habían días en los que no me podía más levantar. Increíblemente un tiempo después fui mejorando. Fui saliendo adelante con la gracia de Dios y de la Virgen María. Nuevamente tuve un milagro”, destacó. De todas maneras, su tratamiento debía continuar. Le costó mucho conseguir medicamentos, de varias partes de mundo. Continuó con el procedimiento hasta un tiempo después dejarlos totalmente.

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Fractura de hueso

Años después sufrió una caída y se quebró la tibia. En un sanatorio le pusieron una placa, pero su cuerpo rechazó y su piel empezó a pudrirse. En una de sus visitas al hospital sufrió la picadura de un inoportuno mosquito y contrajo dengue, razón por la que empeoró gravemente e incluso fue ingresada a terapia. Una vez más se encomendó a la Virgen María, ya que los médicos le indicaron que no había nada más que hacer y que su situación solo dependía de un milagro. Nuevamente ocurrió. Empezó a mejorar y salió de alta, incluso volvió a trabajar.

“Voy a ser una falsa si digo que no tengo miedo. Yo supero y voy a seguir superando obstáculos. Le tengo a la Virgen debajo de mi almohada, le rezo y le digo que seguiré superando todo para dar testimonio de vida. Quiero agradecerle demostrando los milagros que yo viví. Es uno de los compromisos que asumí. Hoy estoy viva gracias a la Virgen María”, culminó hablando, notablemente afectada.

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