Melina Sánchez tiene 33 años y es de San Lorenzo. Con la llegada del virus pandémico perdió su trabajo de cocinera en un restaurante, por lo que decidió dedicarse de lleno a algo que siempre le gustó y que aprendió de su madre: el amor por la elaboración de los dulces.
“Desde que soy pequeña hago dulces porque en mi familia se hace, mi mamá es pastelera y yo aprendí ayudándole a ella. Yo estudié cocina y este año estaba terminando, pero por las dificultades económicas no pude terminar. Estaba trabajando en un restaurante como cocinera pero lo que más me gusta es hacer dulces y decoraciones”, contó a La Nación.
Mencionó que apenas empezó la pandemia, le suspendieron en su trabajo y poco después le comunicaron la desvinculación, por lo que empezó a quitar los moldes y a hacer lo que más sabe, ¡hornear!.
“Tengo pedidos cada semana, hago budines, pastafrolas, alfajores, también estuve haciendo para Halloween unas galletitas decoradas y considerando la situación vendo bastante porque todos estamos apretados. Siempre hay alguien que me ayuda y vamos salvando de a poquito y hago algo que me gusta. Mis trabajos voy publicando en mi cuenta personal de Instagram @melinasanz para que la gente pueda ver”, agregó.
Productos y pedidos
Nuestra entrevistada explicó que tiene productos a partir de 25.000 guaraníes y pueden comunicarse con ella al (0981) 221-121. Comentó que como se quedó sin vehículo se le dificulta entregar los pedidos a domicilio, pero de igual manera se las ingenia para cumplir con los clientes que no pueden pasar a retirar.
Recibe pedidos con 72 horas de anticipación para poder cumplir con todos. “Depende de la dificultad del trabajo, algunos llevan un poquito más de tiempo que otros y necesito que me ayuden para que me pidan con tiempo. Es un trabajo hecho a mano y lleva su tiempo, es nada más por eso. La gente es muy considerada, no puedo quejarme del buen corazón que tienen conmigo, siempre me tienen paciencia y me ayudan muchísimo”, expresó.
Adelantó que va a lanzar galletitas decoradas y también galletitas para que pinten los niños con motivos navideños. Indicó que es lo que en estos momentos puede hacer.
Su papá está enfermo
La joven comentó que poco antes de la pandemia su papá tuvo un ACV, en ese momento incluso se vio en la necesidad de cambiar sus productos por cosas que le servirían a su padre.
“Le tengo a mi papá que está enfermo. Hay veces que se me dificulta bastante la entrega de los pedidos, por eso digo que la gente me tiene mucha paciencia porque tengo que cuidarle a mi papá. Muchas personas nos ayudan con víveres, siempre necesitamos frutas, verduras, para ir nutriéndole a él que es como un bebé, come purecito de frutas, arroz, esas cosas”, agregó.
“Estuvo en coma un par de meses, estuvo en el hospital un buen tiempo, después salió y en cama está. Ahora le podemos alzar a una silla, pero él no puede hacer nada por sí mismo, es como un niñito al que le cuidamos constantemente”, refirió.
Las personas que quieran y puedan colaborar, pueden hacerlo con jugo, leche, frutas, verduras, cosas básicas. “Un tiempo hice una campaña en la que cambiaba mis productos por cosas para él y muchísimas personas me ayudaron”, recordó agradecida la joven.