Cada 20 de noviembre se recuerda el Día Internacional de la Infancia, este año se busca reconocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo, más aún con la pandemia del COVID-19, donde los más afectados fueron los niños y niñas.

La directora de Global Infancia, Marta Benítez, destacó que este año fue dedicado especialmente a los niños, ya que fue este sector de la sociedad el más afectado desde el ingreso del COVID-19 en el país en marzo pasado.

“Este año estuvimos muy involucrados con los niños con motivo de la pandemia, más aún desde sus comunidades. Estamos apoyando todos los esfuerzos con el Ministerio de la Niñez contra el maltrato y abuso de los niños y todas las iniciativas. Discutiendo las acciones para que las familias cuenten con las herramientas de crianzas”, dijo en contacto con La Nación.

Aseguró que este año fue un tanto más difícil para los padres, quienes además de llevar el pan de cada día a sus hogares, tuvieron que tomar el rol de profesores, lo que causó más presión sobre ellos.

“A la presión normal que tienen los padres se le sumó ese doble rol de tener que ser también profesores de sus hijos, en una coyuntura económica tan difícil. Muchos padres perdieron sus empleos por la situación, lo que agudizó la pobreza y más el peso de tener que cargar el tema educativo”, resaltó.

Indicó además que todos estos problemas, tanto económicos como la educación que debían impartir los padres, hicieron que se genere más violencia contra los niños.

“Lo que hicimos fue trabajar mucho a nivel comunitario para apoyar a los padres con ideas, visitar y ayudar a cómo trabajar con los niños, todo aquello que ayude a facilitar la convivencia de los chicos”, sostuvo.

Agregó que una de las problemáticas de las clases virtuales fue la falta de internet, ya que fueron muchos padres los que quedaron sin trabajo y solo tenían para sobrevivir el día a día, por lo que se les dificultaba la situación para entregar las tareas.

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Benítez manifestó que implementaron muchos métodos de ayuda, en especial para las familias, para así lograr una buena convivencia durante la cuarentena total y para que sea un ambiente más agradable para los pequeños.

“Consejos vía WhatsApp fue una de las tantas medidas que tomamos y que fue muy aceptada, ya que no podíamos tener más encuentros con los padres. Se enviaban consejos e inclusos cursos completos para los padres sobre disciplina positiva, cómo incurrir en las medidas sanitarias y cómo adaptase a la edad de sus hijos”, señaló.

En otro momento, indicó que gracias a los medios de prensa se pudo visibilizar la problemática en los niños durante esta crisis sanitaria.

“Al principio no se hablaba mucho de los chicos por no ser una población de riesgo, pero luego, tras entrevistar a varios niños, se visibilizó que ellos no la estaban pasando muy bien. Se restringieron sus espacios, no podían salir y hasta hoy no hay protocolo sanitario de cómo deben salir los chicos en los espacios públicos”, aseguró la profesional.

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Nuestra entrevistada recalcó que fue este sector el más afectado, ya que estaban aislados lejos de otros familiares, amigos, compañeros y profesores.

“Poco a poco nos dimos cuenta que existe un gran déficit en salud mental en cuanto a los niños, sumado a los servicios de salud básica”, explicó.

Agregó que con toda esta crisis por la que estamos pasando está muy claro que se deben fortalecer el sistema de salud metal a nivel país, especialmente en las escuelas, ya que una de las grandes secuelas que deja la pandemia tanto en adultos como niños son por ejemplo la depresión, el estrés y la ansiedad.

“En esta pandemia buscamos cumplir con los derechos de los niños, recordamos que existe un tratado internacional que es la convención de los derechos de los niños que es la Ley 57/90, que incluye todos los derechos de los niños y niñas, tenemos que honrar este compromiso y hacer cumplir estos derechos”, concluyó.

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