Juan Carlos Dos Santos Juancarlos.dossantos@gruponacion.com.py
El portal digital del Archivo Nacional de Asunción (ANA) contiene documentos que han sido digitalizados y puestos en línea para su consulta y está dividido en ocho diferentes secciones, siendo la que contiene los documentos más antiguos, la de historia del Río de la Plata.
“La sección historia contiene documentación comprendida entre los siglos XVI y XIX (hasta 1870), principalmente documentos administrativos del período colonial y la Primera República, actas capitulares y correspondencia oficial y particular. Se compone de 450 volúmenes no encuadernados que contienen un número variable de documentos cada uno”, dice parte del mensaje explicativo al acceder a este espacio.
Casi cinco siglos
El documento más antiguo de todos los que se guardan en este edificio ha cumplido –este 2020– 486 años desde su creación y corresponde al título de gobernador y capitán general para don Pedro de Mendoza, documento creado en mayo de 1534 y está firmado por el rey Carlos V, segundo hijo de Juana “La Loca” y Felipe “El Hermoso”, nacido en una letrina el 24 de febrero de 1500.
Pedro de Mendoza, de adolescente, nacido en Guadix (Granada), en algún momento del año 1499 (no se tiene precisión exacta sobre ese dato) aparece como paje de Carlos V, pero se encuentra en la historia de España recién en el año 1521. El paje era una de las tantas personas dedicadas a servir y a acompañar al rey a donde él lo dispusiera.
Poco a poco fue ascendiendo en la Corte Real, por lo que no tuvo problemas en ganarse el favor del rey Carlos V para ser nombrado a cargo de una expedición muy diferente a las demás que el reino español estaba realizando en tierras aztecas e incas.
El documento, que se encuentra en el Archivo Nacional de Asunción, es el mismo donde a Pedro de Mendoza se le confiere el título de adelantado, gobernador, capitán general y alguacil mayor de las tierras que llegara a descubrir, conquistar y poblar.
La conquista del Río de Solís
La misión de Mendoza era muy estratégica para la Corona Española por tratarse de una región casi inexplorada, poco poblada, pero, lo más importante, cercana a las posesiones portuguesas. En el documento además se hace constar los beneficios del que dispone Pedro de Mendoza para realizar esta empresa.
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La Secretaría Nacional de Cultura publicó la transcripción parcial de este documento que está próximo a cumplir el quinto centenario de su creación.
“Don Carlos V, por cuanto don Pedro de Mendoza criado de mí, el rey y como hombre de mi casa con la más alta solemnidad que habéis venido a nos servir y del Acrecentamiento de nuestra Corona Real de Castilla os habéis ofrecido de ir a conquistar y poblar las tierras y provincias que hay en el Río de Solís que llaman de la Plata donde estuvo Sebastián Caboto y donde halle calar y pasar la tierra hasta llegar a la Mar océano sobre lo cual mandamos tomar con vos cierto o bien lación y en el si un Capítulo de Su Majestad pretendiendo haber cumplido al servicio de Dios en Vuestra persona y por vos hacer merced de vos hacer Nuestro Gobernador y Capitán General de las Provincias y Pueblos del dicho Río de la Plata y en las dichas doscientas leguas de costa del Mar del Sur que comienzan e de donde acaban los límites”, dice el documento.
En otra parte del histórico documento se menciona el pago de mil ducados a Pedro de Mendoza por la prestación del servicio a la Corona Española. Los historiadores difieren en gran manera en cuanto a la cantidad de personas con la que Mendoza partió hacia la conquista del “mar de Solís”, actualmente Río de la Plata, y varían entre las 800 a 2.600.
La más grande expedición española
La expedición de don Pedro de Mendoza, más conocido como el primer adelantado del Río de la Plata, fue la más grande y numerosa en naves que haya salido de España hasta ese entonces, zarpando de Sanlúcar de Barrameda el 24 de agosto de 1535, llegando al estuario casi seis meses después, donde el 2 de febrero de 1536 fundó el fuerte al que llamó Nuestra Señora Santa María del Buen Aire, en la margen derecha del río, que no tenía como objetivo ser poblada, sino más bien que funcione como un fuerte.
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Este fuerte tuvo que ser abandonado tiempo después debido a la hostilidad de los nativos de la zona y la falta de alimentos, sufriendo la expedición todo tipo de penurias y necesidades. Mendoza estaba enfermo y con pocas fuerzas; sin embargo, ordenó que el resto de la expedición remontara el río y a fines de setiembre de 1536 fundarían el fuerte de Nuestra Señora de la Buena Esperanza.
Envió a un grupo de expedicionarios aguas arriba y estos, el 2 de febrero de 1537, construyeron el fuerte de la Candelaria. Desde este lugar partiría el capitán Juan de Salazar y Espinoza, quien en agosto del mismo año fundaría el fuerte de Nuestra Señora Santa María de la Asunción.
Un testamento en el mar
Enfermo y sin fuerzas, Mendoza decidió regresar a España en abril de 1537 y sintiéndose morir, mandó a redactar lo que fue considerado un “testamento hecho en el mar”, muriendo frente a las costas de Cabo Verde, en África occidental, el 23 de junio, siendo arrojado su cuerpo al océano Atlántico.
Estos datos fueron recopilados de Crónica del magnífico adelantado don Pedro de Mendoza (Enrique de Gandía, 1936); Mendoza y Garay: las dos fundaciones de Buenos Aires (Paul Groussac, 1949); Pedro de Mendoza (Miguel Molina, 1999); La fundación de Buenos Aires por el Adelantado don Pedro de Mendoza y Luján, hijo insigne de Guadix, (Carlos Sanz, 1958) y documentos relativos a la expedición de don Pedro de Mendoza (Enrique Peña, 1936).
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