Por Viviana Orrego
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Este 18 de octubre, la feligresía católica paraguaya celebra el aniversario de alianza con la Virgen de Schoenstatt; este 2020 se cumplen 39 años de la bendición del Santuario Nacional de Tupãrenda, ubicado en la Ruta PY02, kilómetro 34 de Ypacaraí, donde llegan miles de devotos que por la intercesión de la Mater piden que Dios obre en sus vidas.
Así ocurrió con Juan Carlos Rotela Martínez. Un joven devoto de la Virgen de Schoenstatt, quien pidió hace poco más de un año, junto con su esposa Nathalia Silva, el milagro de que esta quede embarazada, ya que los pronósticos eran desalentadores a causa de la existencia de un mioma de gran tamaño y quistes en la matriz, y contó su testimonio de fe a La Nación.
La catequesis
Rotela desde muy pequeño participó de la catequesis que ofrece la iglesia católica a los niños para la enseñanza sobre los sacramentos de la iglesia, que son signos de la gracia de Dios y mediante los cuales se otorga la vida divina. De adolescente, cuando inició la catequesis en el nivel Cavevi (Camino, verdad y vida, Juan capítulo 14) conoció a la Virgen de Schoenstatt. Desde entonces se convirtió en su principal seguidor y, en ocasiones, él sentía que lo escuchaba.
“Mi abuela Eloína siempre rezaba el rosario y yo la escuchaba. Ya de joven decidí ser catequista y fue gracias a mi hermano mellizo que fuimos a la formación de catequistas de la parroquia San Miguel Arcángel de San Lorenzo. Grande fue mi sorpresa que encontré a mis catequistas de Cavevi dando la formación”, relató Rotela Martínez.
La formación para ser catequista duró un largo año, luego le designaron el grupo de Primera Confesión, que es el grupo de niños que se prepara para la primera comunión que es uno de los sacramentos que manda la iglesia. Allí sirvió de catequista durante tres años, hasta que le dieron la oportunidad de trabajar con los adolescentes, que era lo que él deseaba.
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El noviazgo
“Me designaron el grupo de Primera Confesión y estuve tres años con los niños, hasta que a la par, por fin, se me dio la oportunidad de ser catequista de Cavevi y servía en la capilla Santa Librada, donde trabajé durante un año. Y un día decidí dedicarme a la catequesis de la Mater, dejé todo y empecé a trabajar por Cavevi en mi parroquia San Miguel”, siguió relatando.
Su devoción hacia la Mater se hacía más y más fuerte, según afirma. Años después conoció a su novia, Nathalia Silva, y cuando cumplieron los cinco años de noviazgo se enteraron de la terrible noticia de que a causa de unos miomas que crecían en la matriz de Nathalia, ella no tendría la posibilidad de convertirse en madre, como tanto ella y Rotela anhelaban.
“Mi novia, hoy día mi esposa, decayó tanto y durante dos años de estudios y controles los médicos tratantes que confirmaron que en definitiva ella no sería mamá”, fue el duro golpe que recibió la joven pareja, al romperse en pedazos aquellas ilusiones que tenían de gestar un bebé.
El jardín de la Mater
Tras la noticia, un día 20 de julio del 2019, Rotela invitó a su esposa que la acompañara a un lugar, ese lugar fue el Santuario Tupãrenda de Ypacaraí, donde con rezos, cantos y plegarias pidieron por intercesión de la Mater el milagro de la vida.
“Fuimos a Tupãrenda, yo le llamo el jardín de la Mater. Al llegar en el santuario sagrado no había nadie y comenzamos a rezar. Pedí que así como ella –María– aceptó cargar al Salvador del mundo en su vientre y sintió ese amor de madre, que le permita también a mi esposa la gracia de ser mamá”, relató sobre su íntima petición a la madre.
Eso ocurrió en julio del 2019, desde entonces la fe de esta pareja se fortaleció aún más, ya que no se cansaban de pedir a la madre que les conceda un hijo. Posterior a ese encuentro de pareja con la madre, el fin de semana siguiente volvieron al santuario, pero esta vez para consagrarse como matrimonio a ella.
Tras ese acto de profunda fe demostrada a la Mater, ella obró y Nathalia se enteró que quedó embarazada el 24 de agosto del 2019, justamente en el Día del Catequista, que celebra la iglesia recordando a los laicos que enseñan el evangelio a sus pares.
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Joaquín Nathanael
“La gran noticia ya estaba, la Mater obró en nosotros. Fue así que en forma de agradecimiento y queriendo tener el mejor de los recuerdos, ya que en sus jardines en Tupãrenda el día en que Cavevi visitó a la Mater un 20 de octubre, ante todos los chicos y comunidades catequísticas de varios lugares del país, le regalé un rosario con la imagen de madera del santuario con la Virgencita y consagrados en un solo corazón con la Mater le pedí para que sea mi esposa”, recordó con alegría Rotela.
Tras nueve meses de embarazo, Nathalia dio a luz a su bebé, a quien le llamaron Joaquín Nathanael. El primer nombre en honor al papá de la Virgen y Nathanael por ser el mayor regalo de sus vidas, quien nació el 9 de abril de este 2020, en pleno Jueves Santo en el Hospital Central del IPS. “Nosotros confiamos ciegamente y con certeza de que Joaquín es enviado de Dios por intercesión de la Mater”, finalizó Rotela.