Viviana Orrego (viviana.orrego@gruponacion.com.py)
Sebastián Giménez tiene 25 años y es un compatriota que se destaca por sus ganas de salir adelante con inteligencia y una cuota de sacrificio. De adolescente viajó desde su querido barrio natal Sajonia, de Asunción, a los Estados Unidos junto con su madre, donde culminó su secundaria en el Flushing High School, el colegio público más antiguo de Nueva York, posteriormente desarrolló la Licenciatura en Economía en el Colegio John Jay, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Actualmente, tras ser admitido en la Universidad de Buenos Aires (UBA), se encuentra realizando -de forma virtual desde EEUU- una Maestría en Economía, área que le apasiona y lo motiva a seguir capacitándose para en el futuro servir a su país.
“Estoy haciendo una maestría en economía en la Universidad de Buenos Aires, fui aceptado en marzo del 2019 y debido a la pandemia estamos siguiendo clases virtuales por Zoom. Debido a la delicada situación en Paraguay tanto sanitaria como laboral, ya que no encontré muchas oportunidades en mi carrera en Paraguay, decidí volver a Nueva York para trabajar desde aquí y seguir las clases de la maestría virtuales, a modo de juntar más dinero para solventar los gastos”, refirió Giménez, en contacto con La Nación.
Relató que sus padres son separados, que se mudó a los 15 años de edad a Nueva York, con su madre, donde pudo realizar sus últimos años de estudio de secundaria en el colegio público más antiguo de la ciudad neoyorkina. Igualmente, accedió a la educación universitaria en el Colegio John Jay College, donde desarrolló la carrera de Licenciatura en Economía.
Buscando mejores oportunidades
“Mientras estudiaba, trabajaba en obras de construcción o de chofer particular durante el día para solventar gastos diarios y de libros, pero mis padres siempre me apoyaron. Me recibí en el 2019”, comentó Giménez. Es hijo de padres paraguayos, su madre vive en EEUU desde hace 20 años, quien migró buscando mejores oportunidades, tiempo después la siguió Sebastián, quien también tuvo mejores oportunidades de formación en el país de Norteamérica. Mientras que su padre reside en Paraguay, y es de profesión auxiliar de aduanas.
“Decidí seguir estudiando porque siempre me propuse seguir adelante y luchar por esas metas que me propuse, con todo el sacrificio que conlleva. La UBA es la universidad número 66 del mundo, y es la mejor universidad en toda Iberoamérica de acuerdo con los Q World Rankings 2020”, al ser consultado sobre su especialización.
Economía paraguaya
Su línea de investigación, en el marco de su maestría en economía se dirige hacia la economía internacional donde se explora y analiza la integración progresiva de los mercados internacionales de bienes, trabajo y capitales y la disminución de las barreras nacionales. También aborda los efectos que la mayor interdependencia de las economías tiene en los gobiernos, las empresas, sus gerentes y empleados. Con la maestría, guían a los profesionales hacia las fronteras de la investigación económica internacional tanto en la teoría como en la práctica, refirió Giménez.
“Me encantaría hacer experiencia en el sector público para buscar mejores horizontes y soluciones a la actual economía paraguaya. Como profesional, quiero representar a Paraguay ante un órgano internacional y promover proyectos para que el crecimiento del país sea constante y sistemático. Mi meta es seguir aprendiendo y madurando todos los días, establecerme en mi carrera y poder dar una mano cuando se pueda”, detalló Giménez al ser consultado sobre sus aspiraciones profesionales.
Experiencia de formación fuera del país
El sobresaliente y dedicado compatriota afirma que estudiar fuera del país o en EEUU, no solo aporta mayores conocimientos –que si bien lo son en gran medida por el alto nivel de exigencia en uno de los países de primer mundo– también ayuda a los jóvenes a madurar y a visibilizar las oportunidades que se aparecen.
“Son experiencias que te abren los ojos y la mente, conoces gente de todo el mundo que no habla tu idioma ni tiene tus creencias y costumbres, aprendes a adaptarte a nuevos paradigmas sociales para crecer como persona y profesional. Me era terrorífico al comienzo, pero es algo que ojalá todos lo pudieran hacer alguna vez”, expresó.