Ciudad del Este. Agencia Regional.
Si bien en algunos sectores de Alto Paraná se registraron lluvias, hay una coincidencia de que no es suficiente y solo con dos, tres días seguidos de aguas caídas podría recuperarse algo de producción en la agricultura familiar. Sin embargo, en las zonas donde todavía no hubo lluvia, la situación es más preocupante. Es lo que manifestaron en la comunidad nativa de Acaraymi, distrito de Hernandarias.
“Por acá no llegó todavía la lluvia, la sequía sigue siendo la principal preocupación, la idea era que para la Navidad ya tenía que haber producción de chacra, no hay esperanza, algunos cultivos que se hicieron se secaron y otros no crecieron por la falta de agua”, dijo Leonardo Alfonzo Martínez, quien hizo conocer la situación a través de la red social.
Lea más: Shows de The Profane, The Force y Patriarca
“Para la Navidad estábamos esperando tener ya el maíz, para chipa guazú, pero no hay caso. Algunos que se plantaron no crecen y otros incluso ni prendieron”, lamentó el agricultor.
En la comunidad Acaraymi, la mayoría de las familias se dedican a la agricultura, una parte para consumo y otra para su venta en la ciudad. “Si bien no se vende el 100% siempre había un poco de venta que ahora no tenemos hace mucho. Esa es la principal preocupación porque no hay esperanza de producción”, explicó Alfonzo.
Lea más: Obras de Premios Edda continúan en cartelera virtual
Agregó que no cuentan con sistemas de riego en sus huertas, ni media sombra y, “sin agua suficiente, sin pozo artesiano, solo pozo común con poca agua que, si usamos en la huerta ya no vamos a tener para el uso en la casa, la situación es muy preocupante”.
Son unas 200 familias en la comunidad Ava Guaraní Acaraymi, ubicada a 33 kilómetros del casco urbano de Hernandarias. Leonardo Alfonzo dice hoy es la falta de agua, pero la agricultura familiar de la comunidad no cuenta con herramientas suficientes para producir mejor y en forma, por lo que la asistencia del estado es urgente ya sea en la provisión de insumos, tecnología, subsidios, para enfrentar estas crisis y créditos que tengan en cuenta la realidad de Acaraymi y de las comunidades campesinas en general. “Veo los reclamos de otros sectores campesinos sobre lo mismo”, refiere Leonardo Alfonzo.
Estudiante de agricultura
Leonardo Alfonzo Martínez, tiene 29 años, y es estudiante de Ingeniería Agronómica en Uninter de Ciudad del Este donde tiene una beca tanto para el estudio como en transporte. “La huerta era lo que más nos ayudaba a la familia, incluso para estudiar, tengo clases virtuales y al vender los productos puedo cargar saldo en mi teléfono, pero ahora ya no hay para eso. No llueve y ya no puedo plantar más”, lamenta Leonardo Alfonzo.
También cuenta que, en el puesto de salud de su comunidad, faltan insumos y en los casos delicados deben correr hacia otros centros asistenciales. Dice que tienen un colegio técnico agropecuario, pero sin elementos para las prácticas que ayuden a una educación de mejor calidad.