Día a día, son diversas las dificultades por las que atraviesan niñas de todo el mundo, pobreza, desigualdad, cuestiones culturales, además de otros muchos problemas, cuando en realidad deberían vivir libre de violencia, abuso, matrimonio infantil y embarazo forzado. Son varias aún las acciones que se deben llevar a cabo para que el presente y futuro de las niñas sean como ellas se merecen, mientras tanto, se debe seguir trabajando.
El Día Internacional de la Niña fue resuelto en el 2011, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 66/170 para declarar el 11 de octubre como una fecha en la que se busca promover el empoderamiento de las niñas y el cumplimiento de sus derechos humanos.
Es importante recordar que las adolescentes tienen derecho a una vida segura, educada y saludable, no solo durante estos años críticos de formación, sino también a medida que maduran y se convierten en mujeres.
Es sabido que si reciben apoyo efectivo durante la adolescencia, las niñas tienen el potencial de cambiar el mundo, tanto como niñas empoderadas de hoy como trabajadoras, madres, emprendedoras, mentoras, jefas de hogar y líderes políticas del mañana.
Desde las Naciones Unidas, refieren que la inversión para ello pasa por la defensa de sus derechos en un futuro más equitativo y próspero, en el que la mitad de la humanidad sea un socio igualitario para resolver los problemas del cambio climático, los conflictos políticos, el crecimiento económico, la prevención de enfermedades y sostenibilidad global.
Leer más: Semana de la Niña: Diana asumió el Ministerio de la Niñez por un día
Campaña anual
Con motivo del Día Internacional de la Niña, cada año Unicef lanza una campaña anual que cuenta con la participación de las niñas y tiene el objetivo de darles la posibilidad de hablar y defender sus derechos. Este año, la misma se desarrolla bajo el lema “Mi voz, nuestro futuro en común”, con lo cual debemos aprovechar la oportunidad para reimaginar un mundo mejor con la inspiración de las niñas adolescentes; un mundo en el que se sientan motivadas y gocen de reconocimiento, en el que se las tenga en cuenta y se invierta en ellas.
Desde Unicef, indicaron que en el Día Internacional de la Niña 2020, mientras las niñas adolescentes de todo el mundo reivindican su poder como impulsoras del cambio, la idea es centrarse en sus peticiones para que puedan vivir libres de la violencia por razón de género, de las prácticas nocivas y del VIH y el sida. Además, aprender nuevas habilidades para el futuro que ellas elijan y dirigir una generación de activistas para acelerar el cambio social.
Niñas al poder
En Paraguay, desde el el 2016 las niñas asumen el cargo de máxima autoridad en diversas instituciones y empresas, de esa manera demuestran que son capaces para el cargo que se les presente a futuro. Esta actividad se desarrolla en el marco del Día Internacional de la Niña.
Desde el lunes 5 de octubre y durante la semana, en Paraguay tomaron posesión de los cargos máximos del Estado las niñas en las diferentes carteras. En ese sentido cabe destacar que para la toma del cargo, por ejemplo de ministra de la Niñez y la Adolescencia, se firmó un compromiso, en el que se dejaba por escrito que en ese momento, las niñas alrededor del mundo asumen como líderes políticos, sociales y económicos en conmemoración del Día Internacional de la Niña.
Leer también: El capitán entregó el barco: la niña Lilian, ministra de Salud por un día
Este acto de Niñas al poder tiene el fin de visibilizar la situación de las niñas en Paraguay y el mundo, creando oportunidades para que las niñas participen activamente en la creación de un cambio duradero hacia la igualdad.
En la ocasión, el compromiso firmado para la trasferencia de cargo simbólico establece que se buscará que las niñas tengan las mismas oportunidades para liderar, sean libres de elegir las profesiones que deseen, vivan libres de violencia, acoso, abuso, uniones y embarazo forzado; estén conectadas y seguras en las plataformas digitales; ejerzan su ciudadanía digital, elevando sus voces a favor de la igualdad, colaboren por igual en las tareas de la casa y la escuela; puedan salir a las calles y sentirse seguras, compartan los juegos, deportes y el patio de la escuela; y puedan expresar libremente sus emociones, el llanto y la risa.