El primer sábado de octubre, es decir hoy 3 de octubre, se celebra el Día Mundial de las Personas Ostomizadas en todo el mundo y fue establecido con el objetivo de dar a conocer a toda la población esta situación con la que conviven algunas personas, después de haber sido sometidas a una intervención quirúrgica en la que se les ha practicado una ostomía.

El conocido docente y publicista Rubén Ovelar, expaciente ostomizado y exvicepresidente de la Asociación de Ostomizados del Paraguay (Asosdelpa), es un sobreviviente del cáncer de colon y convivió durante un año con la ostomía y llama a la reflexión de la ciudadanía en este día.

Para tratar algunas enfermedades que afectan al aparato digestivo o al aparato urinario, es necesario modificar la anatomía de algunos órganos como el intestino o los uréteres. Estos cambios se hacen en el quirófano y se denomina cirugía de ostomía. Mediante esta cirugía se crea una abertura artificial en el abdomen, el estoma, para derivar la salida de heces u orina al exterior, según explicó Ovelar en contacto con La Nación.

“Después de una cirugía de colon, durante un año conviví con una ileostomía. Como el diagnóstico fue un doble cáncer, uno de ellos en el colon, por lo que me quitaron 60 centímetros de colon y para unir –anastomosis le llaman los médicos– debía quedar liberado o sin uso esa parte del intestino y para que no se utilice perforan parte del abdomen, quitan una parte del intestino delgado y uno evacua por esa parte en un pequeño sobrecito”, relató.

Aclaró que, en su caso, la ileostomía fue un tratamiento para la unión del colón tras una cirugía de restitución de las vías normales en donde unieron sus intestinos y volvió a tener el tránsito normal, mientras que otras personas se encuentran ostomizadas de por vida.

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Existen las ostomías digestivas que tienen como objetivo la eliminación de las heces, mientras que la colostomía, que se denomina así porque se aboca al abdomen, en el colon o intestino grueso, y la ileostomía, es cuando lo que se exterioriza es el intestino delgado (íleon).

También existen las llamadas ostomías urológicas que tienen como fin la eliminación de la orina, a este le sigue la urostomía, que es para la derivación de la orina hacia el exterior sin pasar por la vejiga. Hay distintos tipos de urostomía. Una de ellas es la urostomía tipo Bricker, en el que los uréteres se derivan a un asa intestinal y es el intestino lo que se aboca al exterior.

Además, la nefrostomía, que es la colocación de una pequeña sonda o catéter (pequeño tubo) flexible que va desde el riñón al exterior a través de la piel para drenar la orina. Esta sonda se inserta a través de su espalda (en la zona lumbar) o costado.

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“Se pasa mal porque Paraguay no está preparado, las casas, las oficinas no están preparadas para que un paciente ostomizado pueda convivir normalmente. Uno vive pendiente de un pequeño sobre adherido al abdomen y una vez que se vaya llenando ese sobre hay que descargar y se debe en los sanitarios que no tienen todas las necesidades que precisa una persona ostomizada, tiene que tener prácticamente un set de equipamiento de limpieza para drenar X cantidad de veces al día, dependiendo de la ingesta de alimentos”, refirió.

Agregó que uno de los grandes problemas con el que tropiezan los pacientes ostomizados, cuando estos son de escasos recursos, es la dificultad para conseguir los sobres o bolsitas de ostomía que tienen un costo de entre G. 60.000 y G. 100.000 cada uno y la persona ostomizada necesita como mínimo dos bolsitas por día o 10 al mes en situaciones normales, pero en circunstancias como flojeras intestinales necesitan mayor cantidad.

“Yo fui vicepresidente de una entidad llamada Asosdelpa, que es una asociación de personas ostomizadas, y la función de esta nucleación es básicamente proveer de bolsas e insumos para la gente ostomizada de escasos recursos de todo el Paraguay. Se recurre a contactos internacionales, sobre todo oenegés cercanas que nos preveían de forma gratuita, nos mandaban lotes de insumos para que nosotros podamos administrar y distribuir de forma gratuita”, señaló Ovelar.

Asosdelpa incluso se encargaba de distribuir a penitenciarías las bolsitas de ostomía para aquellos pacientes ostomizados privados de libertad, tanto a Tacumbú como a Buen Pastor en Asunción.

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La ostomía no solo se produce por enfermedad como comúnmente ocurre por cáncer, hay también un gran número de pacientes ostomizados a causa de accidentes, sobre todo motociclistas que se perforan el abdomen y los intestinos, lo que obliga una ostomía hasta que se restituya, muchos de ellos no vuelven a la normalidad y de por vida están ostomizados.

El Ministerio de Salud Pública refiere de que existen unos 1.800 pacientes ostomizados, pero se estima que existe un subregistro de una cifra superior a 3.500 personas ostomizadas. Algunas personas son pacientes ostomizadas de forma transitoria –como el caso de Ovelar– y otras son de por vida, por eso estos registros son variables.

La Ley Nº 4.143 “De asistencia al paciente ostomizado”, que creó el Programa Nacional de Atención Integral al Paciente Ostomizado, que tiene como fin garantizar la entrega de las bolsas de ostomía a este sector de la población.

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