La pandemia no solo impactó en la salud física, la economía o las libertades individuales en todo el mundo, sino también alteró el equilibrio mental de las personas. Sin embargo, a criterio del psiquiatra Manuel Fresco, los efectos son diferentes en cada persona. “Hay veces que las personas tienen la suficiente cantidad de herramientas para poder enfrentar la situación y afrontar la crisis”, explicó el profesional.
El problema se presenta cuando la persona es frágil o no está preparada psicológicamente, entonces la situación adversa le sobrepasa y puede llegar a tener reacciones con signos de algún trastorno mental. Los jóvenes son quienes se ven más afectados por las consecuencias que trae la pandemia, aunque los problemas de salida laboral o de todo tipo de desigualdades son anteriores al problema generado por el COVID-19 en todo el mundo.
“Lo que hizo la pandemia es simplemente generalizar esta crisis a nivel planetario y eso hace que la situación genere como una onda expansiva que afecta a la productividad, al ocio y los vínculos sociales. Ha cambiado nuestra rutina de manera repentina, pues ahora estamos más tiempo en familia y eso hizo que explotaran los diferentes tipos de comportamientos patológicos, como el consumo de alcohol, drogas o actos de violencia”, agregó Fresco.
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Enfrentamiento en redes sociales
“Por supuesto que esto no sucede en todas las familias, pues hay quienes tienen un nivel de funcionalidad más adecuado o como sistemas de convivencia más sanos, entonces pueden administrar mejor situaciones de exigencias y en el caso de los jóvenes, no pueden salir a disfrutar de un día como hoy, día de la primavera, a causa de los protocolos sanitarios, lo que genera que una parte de la juventud acepte las limitaciones de este momento de manera responsable, pero otro sector lo toma como un desafío″, indicó el psiquiatra.
Agregó que esto indicaría las razones de los enfrentamientos, sobre todo en redes sociales. Sostuvo que todos tenemos que acostumbrarnos a que hay juventudes, pues no es lo mismo un grupo de jóvenes de un sector carenciado, socioeconómicamente hablando, que aquellos cuyas necesidades y realidades son diferentes.
Comparó al uso de las redes sociales con el contagio por el COVID-19, pues aunque todos estamos expuestos, algunas personas administran mejor el riesgo de contagio, siguiendo los protocolos sanitarios. De la misma manera, todos estamos expuestos a ingresar a las redes sociales, pero la medida en la que una persona se expone está relacionada a lo que comparte, cómo se muestra u opina es cómo administra su presencia en esta plataforma y finalmente expresó que “probablemente no se esté educando de la manera en que el mundo lo necesite”.
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