El taxista Feliciano Morales intentó por cuarta vez arrojarse desde una considerable altura ante la supuesta falta de respuesta a sus reclamos por parte de las autoridades. El adulto de 65 años tiene problemas para comunicarse y hace cuestión de 8 años que realiza estas prácticas en lugares públicos, a fin de que las autoridades contesten su llamado. Este miércoles, el propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez, acudió hasta la Fiscalía General para evitar que el hombre cayera al vacío.
Se trata de Feliciano Antonio Morales Escobar, oriundo de Asunción. El hombre quedó con problemas auditivos y de habla, luego de recibir años atrás una herida cortante en la garganta por parte de asaltantes cuando se desempeñaba como taxista. Luego de esto, empezó a sufrir una serie de problemas personales que lo aquejan hasta la fecha.
Podés leer: Taxista en huelga de hambre solicita devolución de su parada
En reiteradas ocasiones, el hombre subió a lugares altos de espacios públicos, siempre con un cuaderno en mano donde anota sus reclamos, a fin de que se presenten las autoridades para oír sus pesares. Este miércoles, el hombre se presentó nuevamente en el edificio principal de la Fiscalía General del Estado, ubicado entre las calles Chile esquina Ygatimi, en el microcentro asunceno.
Morales recorrió los pasillos y salió por una de las ventanas, sosteniéndose solamente de su marco para no caer al precipicio desde la parte exterior del edificio público. Morales exigió la inmediata presencia del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y de la Fiscala General, Sandra Quiñonez.
Tal fue así que la máxima autoridad del Ejecutivo Nacional y la responsable del Ministerio Público acudieron hasta el mismo pasillo. Según videos captados por periodistas que se encontraban en el recinto, se observa a Mario Abdo tratando de disuadir al hombre para que no se arroje, bajo la promesa de escuchar todos sus reclamos.
Finalmente, Morales accedió al pedido del mandatario e ingresó nuevamente por la ventana. En ese momento, todos los presentes procedieron a sujetarlo, a fin de resguardar su integridad. Acto seguido, y luego de un abrazo, el Jefe de Estado le prometió responder cada uno de sus reclamos.
Reclama atención desde el 2012
Morales, según denuncia, fue expulsado de la parada de taxi donde trabajó durante años, sin ningún tipo de indemnización ni posibilidad de volver a trabajar. Además, quedó sin vivienda tras el impedimento de pago de impuestos inmobiliarios. La cifra monetaria de la deuda por la que perdió su casa ascendería a los G. 20 millones.
Pero esta no es la primera vez que Feliciano Morales lleva a cabo este tipo de prácticas sumamente peligrosas para su vida, con el objetivo de que sus pedidos sean escuchados. El primer antecedente registrado nos lleva al 16 de noviembre del 2012, cuando el taxista subió a lo más alto de una antena de 30 metros de alto, ubicada sobre la avenida Félix Bogado casi Padre Cassanello de Asunción. En la ocasión, bomberos lograron que el hombre desista de sus intenciones.
El 21 de enero del 2015, Morales subió hasta la terraza del piso 11 del edificio de la Municipalidad de Asunción, siempre con sus mismos reclamos anotados en una libretita. En dicha oportunidad, el entonces intendente Arnaldo Samaniego y otros funcionarios lograron tomar de la mano a Morales antes que se arroje desde esa altura. El antecedente más reciente al suceso registrado hoy es que el tuvo lugar el 8 de mayo de 2019, cuando el taxista subió a uno de los pilares que sostiene el ventanal del tercer piso de la Cámara de Diputados, desde donde amenazó nuevamente con lanzarse.
Algunos legisladores se acercaron y él les entregó una carta. Luego, uno de los bomberos y el diputado Nano Galaverna lograron sostener del brazo al hombre, para sacarlo de peligro. Entre otros de los reclamos exigidos por Morales, quien afirma haber dedicado 30 años de su vida a ser conductor de taxi, es la provisión de una presión graciable por parte del Estado, además de la devolución de la parada, la cual asegura que es suya.
Podés leer: Obdulia sobre Acevedo: “No sirve como autoridad, solo muestra autoritarismo”