Ciudad del Este. Agencia Regional.

El Hogar de Paso Sagrada Familia, ubicado detrás del Hospital Regional de Ciudad del Este, cumplió 18 años de labor solidaria, el 14 de setiembre pasado, asistiendo a los familiares de los pacientes internados, que en un gran porcentaje no tienen recursos para sus alimentos, porque lo poco que tienen deben usarlo en la compra de medicamentos y demás insumos.

“Es mucha la necesidad que existe, es terrible la situación que vemos y es así que venimos haciendo esta actividad que ahora disminuyó un poco en cantidad a causa de la pandemia, ya que solo entregamos los almuerzos en marmitas, mientras que antes podían venir a consumir acá en el local”, explicó Marta Benítez, una de las voluntarias y directora de Relaciones del Hogar Sagrada Familia.

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Ella, con sus 71 años, sigue cocinando y preparando los alimentos para la gente que debe pasar días como acompañantes de un familiar en el hospital. Hoy entregan entre 80 a 100 marmitas a las personas y están teniendo dificultad para contar con todas las marmitas porque son caras, explica Marta.

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Todo el servicio del Hogar es gracias a las donaciones y del voluntariado. Foto: Gentileza.

Todo el servicio del Hogar es gracias a las donaciones y del voluntariado. La institución nació precisamente para asistir a la gente que acude a cuidar a un familiar internado y la realidad les mostró que muchas veces pasan sin alimentarse por los pocos recursos con que cuentan, relata la activista de muchos años.

Antes de la pandemia daban desayuno y almuerzo a unas 150 a 180 personas en el mismo local del Hogar, pero por los cuidados sanitarios recomendados como el distanciamiento social, las personas solo se acercan y retiran los alimentos.

También asistían a niños y adolescentes trabajadores de la calle que llegaban al lugar para comer algo. Incluso las voluntarias llevaban cocido con leche y panificados a entregar a la sala de pediatría, antes de la cuarentena sanitaria que luego se suspendió por el protocolo de cuidado implementado. Los familiares de los pacientes también podían darse un baño en el Hogar e incluso cuentan con un lugar para descansar porque no tienen otro lugar para asearse. Por la pandemia eso se tuvo que suspender.

Marta Benítez, de 71 años, sigue cocinando para acompañantes de pacientes del hospital. Foto: Gentileza.

Deben comprar medicamentos y no sobra para comida

“A la gente se le pide para comprar medicamentos, insumos y muchas cosas que debe salir a rebuscarse sin tener dinero para eso, y mucho menos para pensar en qué comer. Es triste la situación que se vive y, ante esa situación hemos tenido personas que llorando nos agradece después de recibir un almuerzo diciéndonos que llevaba un día sin comer”, relata Mirian de Brítez, la coordinadora del Hogar de Paso, como una de la serie de anécdotas que les toca pasar.

Mirian reconoce que “Marta es como el alma del Hogar Sagrada Familia, gracias a ella y a quienes nos ayudan sigue funcionando la institución”. Refiere que Marta va a la Feria de Hortigranjeros que se realiza semanalmente y al término de la misma recibe muchas verduras, frutas y demás alimentos. “Siempre nos ayudaron, muchos de la feria también han estado en el Hospital Regional y saben de la necesidad”, agrega Mirian.

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Tanto Marta como Mirian coinciden en mencionar que lo más gratificante es ver cómo las familias más humildes, después de tener al paciente de alta, aparecen queriendo ayudar como sea, con plantas de mandioca o cualquier otro producto que tengan.

“Tenemos el apoyo de algunas empresas, instituciones, golpeamos puertas, de mucha gente, pero es impresionante como las familias más humildes son las que más ayudan”, sostuvo la Coordinadora del Hogar del Paso. Otros activistas del Hogar son Cristino Silva, Maggi Suarez y Lilita Mongelós. Una de las fundadoras, Rosa Testa, ya está un poco alejada por los años de servicio al lugar.

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