El recuerdo del 11S sigue vivo en la memoria de quienes hace 19 años, estaban frente al televidor y veían asombados derrumbarse dos de los más importantes símbolos del poderío económico de los Estados Unidos (EEUU). El 11 de setiembre de 2001, en la ciudad de Nueva York, miembros del grupo terrorista islamista Al-Qaeda, secuestraron dos aviones y los estrellaron contra el World Trade Center (WTC), exactamente contra las Torres Gemelas.
Casi en simultáneo, otros dos aviones fueron secuestrados, uno de ellos se estrelló contra el edificio del Departamento de Defensa, conocido como el Pentágono y el otro no logró llegar a su objetivo que al parecer era la Casa Blanca, en Washington. Los pasajeros lucharon contra los secuestradores y el avión perdió el control y se estrelló en un campo cerca de Pensilvania.
En el programa Expresso, en canal GEN, conducido por el periodista Augusto Dos Santos, dos invitados que vivieron de cerca esta experiencia, cuentan sus historias. Se trata del político y diplomático, el doctor Eladio Loizaga, quien comenzaba sus funciones como embajador permanente del Paraguay ante las Naciones Unidas y Héctor Jojot, un sobreviviente del atentado.
“Es mañana del 11 de setiembre, fuimos convocados a las 8:00 de la mañana, a todos los miembros del entonces Grupo de Río, a una reunión en la Embajada de Chile para conversar sobre temas relacionados a problema entre Israel y Palestina”, recuerda Loizaga.
“Faltando 5 minutos para las 9:00, el embajador chileno, Gabriel Valdez, interrumpe la reunión e informa que hubo un atentado terrorista contra el edificio del WTC, pero pensamos que pudo haber sido similar al atentado que unos años antes se produjo también en una de las torres, cuando una camioneta se introdujo en el garaje y reventó”.
Más de 3. 000 personas de diferentes nacionalidades fallecieron en el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York. Foto: AFP.
Conmovedor
Sin embargo, Valdez les da detalles que fue un avión, entonces encendieron el televisor para ver el suceso y dos minutos después fueron testigos del segundo ataque a WTC. Asegura que todo fue muy conmovedor y sin poder atinar a reaccionar, simplemente dieron por terminada la reunión y regresaron a sus respectivas representaciones.
Héctor Jojot era director de tecnología de una pequeña empresa y trabajaba en el edifico del WTC. A la hora en que sucedieron los hechos, él se encontraba dentro del edificio, conversando con sus compañeros de oficina. “De repente escuchamos es ruido tremendo en el piso 83 de la torre norte. Vimos como los paneles del cielo raso comenzaron a caer y el edificio se sacudía de manera aterradora. Fueron momentos en que la historia de los Estados Unidos de América cambió para siempre”, agregó Jojot.
El sobreviviente comenta que se encontraba a la mitad del edificio y aunque en el mismo piso en el que se encontraban, estaba también un banco, que desapareció en ese mismo momento, ellos no resultaron afectados, salvo un compañero que se encontraba en el ascensor".
Eladio Loizaga recuerda que el vicepresidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se vio obligado a prestar juramento en sótano del edificio de la organización, porque era necesario convocar de manera inmediata a reuniones del Consejo de Seguridad. Por su parte, Jojot comenta que uno de sus colegas pudo establecer contacto por medio de un dispositivo que no era un teléfono celular, y le confirmaron que lo sucedido no era un accidente, como ellos habían escuchado en la televisión y de manera normal comenzaron a descender por las escaleras, esperando que la alarma se apague.
“Cuenta la historia de una persona quien se encontraba en el interior del elevador, cuando el avión se estrelló contra la torre norte, el combustible comenzó a filtrar, pero tuvo un ángel guardián, porque al llegar al piso 83, el elevador se detuvo y la puerta se abrió para que pudiera salir, casi al instante en que el combustible en llamas comenzaba a derramarse al interior del ascensor”, comenta visiblemente emocionado Jojot.
“Nadie es ateo bajo el fuego”, es una frase que le recuerda el momento que vivió y que le permitió manejar con relativa calma la situación, aunque vivió algunas situaciones muy dramáticas como el colega que lo tuvieron que bajar cargando los 83 pisos.
Las víctimas tras liberarse fueron auxiliadas por los vecinos y en en hospital constataron que presentan traumatismo en zona del rostro. Foto: Gentileza
Este jueves, una pareja denunció que unos desconocidos encapuchados ingresaron a su vivienda y luego los golpearon brutalmente en la localidad de Hohenau, departamento de Itapúa. Las víctimas, tras liberarse, fueron auxiliadas por los vecinos y en hospital constataron que presentan traumatismo en zona del rostro.
Según el reporte policial el hecho se registró durante la madrugada en una vivienda ubicada en la fracción Los Colonos, barrio Obrero. Hasta el momento se desconoce el móvil del ataque, porque los maleantes no se llevaron ningún objeto de valor, solo ingresaron para golpear tanto al hombre como a la mujer, que tuvieron que ser hospitalizados.
Las víctimas fueron identificadas como Santiago Báez Cáceres, de 42 años, y María Liz Riveros Maidana, de 44 años, quienes son propietarios de la casa. Estos confirmaron que el ataque ocurrió luego de que Báez regresó a su vivienda tras participar de una ronda de juego de naipes.
Los encapuchados fueron directamente a atacar al hombre y luego también agredieron a la mujer, los golpes de puño fueron principalmente a la altura del rostro y las patadas en otras partes del cuerpo. Luego huyeron del sitio, pero no se llevaron nada de valor, lo que presumen que el ataque no fue con fines de robo.
Las víctimas fueron auxiliadas por sus vecinos, quienes llamaron a los bomberos y la Policía Nacional, ambos fueron trasladados al Policlínico Materno Infantil donde constataron que presentan traumatismo facial. La mujer recibió la peor parte y tuvo que ser derivada al Hospital Regional de Encarnación. El caso fue comunicado al Ministerio Público e iniciaron la investigación.
Ante un posible inminente ataque, el alto funcionario ruso advirtió que Polonia y los países bálticos serían los primeros en sufrir las consecuencias de una agresión por parte de la OTAN. Foto: AFP
Advertencia: Polonia y países bálticos, primeros en “sufrir” si OTAN ataca a Rusia o a Bielorrusia
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Con la escalada de tensión en el conflicto entre Rusia y Ucrania, en el que tanto el presidente Zelenski y sus aliados europeos pretenden extender las hostilidades pese al intento de mediación de Estados Unidos, este martes el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Naryshkin, señaló que observan un aumento de las actividades de la OTAN cerca de las fronteras rusa y bielorrusa.
Ante un posible inminente ataque, el alto funcionario ruso advirtió que Polonia y los países bálticos serían los primeros en sufrir las consecuencias de una agresión por parte de la OTAN contra Rusia y Bielorrusia, que juntas conforman el Estado de la Unión.
El mensaje fue directo y claro a través de una declaración durante una rueda de prensa que ofreció este martes en Minsk, luego de una reunión que mantuvo con el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko.
“Ellos deberían entender, pero aún no entienden, que, en caso de una agresión de la Alianza del Atlántico Norte contra el Estado de la Unión, el daño recaerá sin duda sobre todo el bloque de la OTAN, pero en mayor medida y los primeros en sufrir serán los que tienen tales ideas en los círculos políticos de Polonia y de los países bálticos”, aseguró en el medio RT.
Naryshkin relató que estos países “se distinguen por una alta agresividad, al menos en palabras, blanden constantemente sus armas, mientras que Polonia ha llegado incluso al extremo de anunciar planes de instalar alrededor de 2 millones de minas antitanque a lo largo de las fronteras con Bielorrusia y la provincia rusa de Kaliningrado y desea, espera y anhela recibir también armas nucleares estadounidenses”.
Sobre Polonia y los países bálticos, el dirigente ruso resaltó que “ellos simplemente no pueden comprender que el aumento de la actividad militar cerca de las fronteras de Rusia y Bielorrusia fue uno de los factores, una de las razones de la actual gran crisis, grave y muy peligrosa, en el continente europeo”.
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la escritora y pintora Carla Guillén Balmelli, quien el próximo 28 de abril presentará su último libro. Foto: Matías Amarilla
“La escritura es mi manera de comunicarme con el mundo”
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Fotos: Matías Amarilla
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la escritora y pintora Carla Guillén Balmelli, quien el próximo 28 de abril presentará su último libro. En esta amena charla, Guillén habla sobre el proceso creativo, la relación entre la literatura y la pintura, así como sobre la vida y la realidad como insumos de la producción artística.
–Escribir y dibujar son caminos muy bien matrimoniados. ¿Cómo empezó esta historia contigo?, ¿con escribir o con pintar?
–Yo creo que lo mío con los libros viene ya de la infancia. Yo tuve más libros que juguetes. Y era verle a mi papá, que era un escritor y filósofo, siempre rodeado de libros. Entonces, ese fue mi universo infantil. Y después siguió el camino de la pasión por escribir, combinando un poco también con pintura, porque son todas manifestaciones que me permiten a mí expresar sentimientos. Yo no soy una persona que tenga muy buena memoria, pero soy una persona increíblemente memoriosa para la parte de emociones. Entonces, esas emociones que yo voy recordando de situaciones que fui viviendo son las que después yo voy plasmando en mis escritos o en mis pinturas.
–Hablaste de un tema que me parece fundamental, que es el núcleo familiar como cuna de una vocación que uno habrá de tener.
–Sí y además hay un tema. Yo soy una persona muy introspectiva, muy tímida, muy introvertida, entonces para mí la escritura es mi voz. La forma en que yo entiendo que el mundo puede escucharme o puede entender o conocer mis pensamientos es a través de la palabra y de la palabra escrita. Es más, yo suelo ser en reuniones una persona muy callada porque me gusta muchísimo observar. Observar para poder después transmitir en palabras.
–¿Y recordás cuál de los caminos tomaste primero?
–La escritura. Si yo tuviera que elegir, siempre me quedaría con la escritura. Es más, tuve que hacer una opción porque me di cuenta de que la pintura me desviaba mucho de mi camino de escritora. Fijate que mi última publicación fue en 2020, en plena pandemia, “Muero por un café”, una novela, y recién ahora estoy publicando otra vez otra novela que empecé en 2019, que tiene todo un proceso. Hay otra cosa. Los personajes de mis historias siempre son personajes reales. Entonces, a mí me gusta más tratar con esas realidades. Me identifico mucho más como escritora que como artista plástica, lo que no quiere decir que de repente no haga lo otro. Si tuviera que elegir, siempre escribir.
AUTORREPRESENTACIÓN
–¿Vos percibís diferencias entre lo que transmitís escribiendo y lo que transmitís pintando?
–Totalmente. Yo creo que en la escritura estoy reflejada y yo aparezco en todas mis obras. Lo que suelo utilizar a veces, por ejemplo, en esta novela que presento el 28 de abril en El Cabildo, “Un letescopio llamado Aníbal”. El personaje principal es un niño. Entonces, ¿qué le pasa a este niño? Al niño le permiten que digan verdades y no es castigado. Si yo de grande te digo algo a vos, te puede caer mal, pero si un niño te dice lo mismo, te llega diferente. Entonces, este niño dice muchas cosas, mucho de lo que yo pienso está reflejado en el libro. Entonces, para mí siempre la escritura porque es de verdad mi manera de comunicarme con el mundo más que la pintura.
–¿Vos creés mucho en el relato de lo cotidiano, Carla?
–Sí. A mí me gusta mucho esa cercanía a la realidad. Yo soy una persona muy observadora, muy visual y a mí las imágenes visuales me llegan de una manera determinada. Y entonces, con base en esa imagen, yo puedo ficcionar después la realidad. Pero yo creo que tengo una cierta empatía para captar lo que esa imagen me transmite. Me gusta mucho ser la voz de a lo mejor alguien que no tiene voz o me gusta mucho que mis personajes tengan muchas capas, que vos veas la superficialidad, pero que tenga un interior mucho más profundo, que el lector tenga que descubrir.
–¿Cuál es el rol que juega el lector en términos de qué juego le sometés desde tu literatura?
–Pues yo pongo en práctica lo que no quiero que hagan conmigo. Yo no quiero que un escritor me engañe, que me engañe con falsas pistas. Para mí todo lo que está en escena tiene que estar justificado. Si puse la galletita, tenemos que comer la galletita. Entonces, yo no quiero que el escritor me engañe y el asesino aparezca en el penúltimo capítulo. Claro que me va a sorprender si nunca apareció. Entonces, trato de mantener esa misma honestidad cuando escribo.
INSPIRACIÓN Y DISCIPLINA
–¿Cómo sos en el arte de escribir?, ¿sos una persona que tiene sus ritos?, ¿sos una persona espontánea?
–Yo tuve una transformación en ese sentido. Cuando había escrito cuentos con mi hermana, era una cosa así más un hobby. Pero yo opté ahora por la escritura como un oficio. Entonces, soy muy disciplinada. Esta novela que voy a publicar escribí en dos meses, porque me puse una disciplina, cada día tantas páginas y me sentía feliz cuando podía superar esas páginas. Y lo de la inspiración es cierto, tenés que estar trabajando para que la inspiración aparezca. Claro que hay momentos que de repente sucede algo. Yo soy muy de observar lo que sucede en la calle. Me gusta mucho irme a cafeterías y ver lo que la gente hace. Y tomo nota incluso en una servilleta si no tengo en qué escribir. Pero después soy una persona de ponerse a trabajar.
–”Un lentescopio llamado Aníbal”… Hablame de ese libro, por favor.
–Esta historia empieza en España, en Madrid. Yo estuve en El Rastro, que es un antiquario callejero, y descubrí un telescopio que me pareció maravilloso. Yo compro cosas que a mí me transmiten algo. Yo no compro porque es lindo, porque va a quedar bien en mi casa. Si queda bien, genial. Pero me tiene que transmitir algo especial. Vi ese telescopio y dije “ese telescopio tiene futuro”. Ahí hay mucha historia. Y era una historia, yo había iniciado con una historia, pero dejé de lado y luego uní a un personaje. Como te digo, yo siempre escribo sobre personajes reales. Este está inspirado en un sobrino mío, que es un sobrino muy particular, que es un sobrino que tiene mucha genialidad y una manera muy particular de ser, que no siempre es comprendido en el colegio o en el ámbito de los amigos.
El que se sale un poquitito de lo normalmente aceptado siempre es visto con un poquito de miedo, recelo. Entonces, uní ambos universos, el de ese niño y el del telescopio. Pero necesitaba un elemento que les conecte. Entonces, aparece Aníbal. Y el libro se llama Aníbal en honor a Aníbal Saucedo. ¿Por qué? Porque yo miro la imagen, yo necesitaba un abuelito para mi historia, que no hace papel de abuelito
Miro una foto de Aníbal con sus nietos. Y dije yo “este es mi Aníbal. Acá está mi niño, mi letescopio y Aníbal”. Y le escribo y le pido permiso y me dice “Carla, sin problemas”. Lo que yo usé fue su imagen, porque en realidad él es otra cosa en la historia que no quiero spoilear. Y entonces se da esa conexión. Lo que pasa es que este niño, dentro de su genialidad, había palabras que no sabía decir, entonces una de ellas era letescopio.
La escritora Carla Guillén Balmelli
TRAMA
–¿Se puede contar la línea argumental sin adelantar todo?
–El libro trata de ese niño y esas dificultades y esos miedos que él tiene en el colegio. Sus padres están pasando una situación especial, que también contribuye a lo mejor que su mamá está superando una enfermedad. Entonces, esta señora le conoce a Aníbal porque es una arquitecta que va a solucionar un problema estructural de la casa, pero ahí descubre que este señor es algo más. Entonces, ella le comenta sobre su hijo y él le quiere conocer. Entonces, se genera una relación entre ellos, pero una relación que es muy simpática porque cuando el nene se va a conocerle es como que encuentra este universo y dice, “uy, acá todo esto yo quiero llevar a mi casa, pero a mí este viejito no me interesa para nada, ¿qué me va a contar este viejito?”. Tenía planeado llevarse las cosas del viejito a su casa, pero después se va generando un diálogo entre ellos, una relación tan estrecha que al nene dejan de importarle los objetos y empieza a relacionarse con el señor. Y ahí aparece el telescopio, que es muy metafórico, porque el telescopio puede ser los miedos que tenemos que sacar, las cosas que tenemos que superar, el cariño que ese señor puso para que él supere una serie de cosas. Yo creo que a cada lector ese telescopio le va a significar algo diferente.
–Hay como mucho énfasis en las relaciones interpersonales, ¿verdad?
–Y después la mamá también, que es una persona muy genial, porque fíjate que ella es la que le escribe a ellos sus libros de cuentos que leen a la noche. Entonces, ella inventa los cuentos, ella pinta esos libros. Yo te digo que en ese libro hay mucho de mí y de mi relación con mis hijos.
EXPERIMENTACIÓN
–¿Nunca te figuraste la posibilidad de escribir cuentos para niños?
–Me planteé, pero yo creo que no me llegó todavía el momento. Yo no me cierro a nada, yo escribo teatro, escribo poesía, cuentos, novelas. Me gusta mucho experimentar y mezclar. Cuando me dicen “Carla, esto no puedes mezclar con esto” es lo peor que me pueden decir porque ahí más quiero mezclar las cosas. Es más, yo tenía concebido que “Un letescopio llamado Aníbal” era solo para niños, pero salvando la distancia es una especie de “El Principito”, porque cuando leés de chiquitito entendés una cosa y te llega un mensaje, pero leés de grande y la parte de aventura a lo mejor te parece menos importante que el mensaje que transmite. Yo creo que con el “Lestescopio” es lo mismo, es un libro para la familia, que se puede leer en el colegio porque es para niños.
–Además, los adultos tienen tantas cosas que redescubrir de los niños.
–Sí. La persona que hizo el prólogo hace justamente esa salvedad diciendo que es una manera de volver a descubrirnos y de volver a descubrir un poco ese niño que tenemos, que no deberíamos perder nunca porque tiene tanto de riqueza un niño en su ingeniería mental y en su ingeniería de ver las cosas. Hay un capítulo que se llama “¿Por qué nos enseñaron a ser malos?”. El niño naturalmente no es malo, entonces un poco eso.
–¿Qué podés contarnos de tu tarea como artista plástica?
–Yo creo que trato de transmitir lo mismo que con los libros en las pinturas. Por ejemplo, saqué una serie que tengo ahí que se llama “Los niños de la basura”. Yo había pintado un cartón reciclado todas las escenas de niños en basurales. Entonces, siempre es también un acercamiento no a denuncias sociales, pero sí a todo lo que a mí me conmueve. Y también darle un valor de lo que es la basura para mucha gente, porque hay mucha gente que vive de la basura. Entonces, siempre hay ahí un doble mensaje, un doble juego, no quiero pintar por pintar flores, yo siempre quiero pintar lo que impacta a la persona que ve la imagen. Y ahí me genera un conflicto el tema de la pintura más que con la escritura. Tengo una hermana arquitecta que me dice “esto no es lo que vende hoy, Carla. Tiene que ser lo abstracto”. Pero yo muchas veces en lo abstracto no logro encontrar mi mensaje. A lo mejor hay gente que sí lo logra, yo tengo que ser honesta, yo no. En un círculo, en una raya no veo el sentimiento que quiero transmitir y yo quiero ser una persona muy auténtica en mis manifestaciones.
Tras amenaza de atentado, policías refuerzan controles en zona de colegio asunceno
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Esta semana en redes sociales se reportó la amenaza sobre un supuesto atentado que se registrará este viernes 11 en el colegio Luis Alberto de Herrera, de la ciudad de Asunción. Atendiendo a la gravedad de la situación, agentes de la Policía Nacional realizan fuertes controles en la zona. Además, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y el Ministerio Público activaron el protocolo para estos casos.
La denuncia fue realizada luego de que en una cuenta de Instagram denominada “Confesionesherrera2024″ amenazara con un atentado contra la directora y aquellos alumnos que asistan a la institución el 11 de abril. Se activó un protocolo de seguridad establecido por resolución del MEC, y como medida de seguridad, pidieron apoyo de uniformados para la vigilancia en las inmediaciones de la casa de estudios.
“Ayer recibimos la denuncia de este caso. El personal está permanentemente en los alrededores, y hasta el momento no tenemos otra cosa. Tenemos cobertura permanente en los alrededores, así también, personal de patrulla a pie y no hay nada en los alrededores, estamos abocados en la situación”, expresó el comisario Francisco Colman, de la comisaría 11 de Asunción, en la 650 AM.
Explicó que para mañana se tiene prevista una cobertura integral en la zona y aplicarán controles en los accesos del colegio, como también la revisión de mochilas, para evitar una desgracia. “Tenemos la cobertura hecha, mañana vamos a estar presentes si o si luego, referente al cateo ya sería dentro de la institución, ya queda a criterio de ellos”, confirmó.
La amenaza
“El viernes, 11 de abril, el colegio va a salir en las noticias, se va a hacer historia. Los que quieren seguir disfrutando de la bella vida mejor que se queden en sus casas, el 11 de abril se acaba la corrupción y la dictadura de los de arriba… plomo para los directivos. La agonía de Marlene será mi victoria”, dice la amenaza lanzada por una persona, ante la publicación mándame un mensaje anónimo.