Pedro Juan Caballero (Emerson Dutra, corresponsal)

El procedimiento que derivó en la incautación de casi 4 toneladas de marihuana, picada y prensada respectivamente, se realizó en el establecimiento ganadero “Alpasa”, de la región de frontera.

De acuerdo a los datos, agentes de la oficina regional de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) ingresaron a la estancia ante informaciones de que, en un cerrado bosque que existe en el lugar, estaban procesando la yerba maldita para su posterior comercialización al rentable mercado brasileño.

Informes revelan que los uniformados se dirigían al sitio cuando vieron a una camioneta salir del monte. Sus ocupantes, al notar la presencia de los uniformados, dispararon contra los agentes de la Senad quienes respondieron en el mismo tono.

“Lograron huir ingresando en la espesura del bosque”, señalaron los intervinientes. Dentro del vehículo, se encontraron centenares de “ladrillos” de marihuana prensada, según se informó.

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No hubo detenciones

A pocos metros del lugar, los intervinientes encontraron un surtido campamento y, otro lote de yerba maldita que una vez pesada, totalizó 3.500 kilos, de acuerdo a informes oficiales dados a conocer.

Por disposición del agente fiscal Marco Amarilla, el campamento y demás elementos utilizados fueron incinerados. A pesar del aparatoso operativo, los antidrogas no lograron detener a ningún presunto narcotraficante.

Informaciones de inteligencia revelan que la droga pertenece a una poderosa facción criminal que opera en la zona de frontera y que se dedica a abastecer de marihuana al rentable mercado brasileño.

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