Se hace llamar Marian Abdala, aunque su verdadero nombre es Mariangela Guiditta Abdala Carísimo, y se ha hecho conocida a través de la redes sociales como una supuesta activista medioambiental. Desde el año pasado ha venido formando parte de una serie de situaciones que la ha llevado a ser detenida, como cuando intentó ingresar a la zona donde se encontraba la elefante Maia en el zoológico de Asunción, o como cuando apareció sola intentando generar disturbios en la boda de Sol Cartes y Patrick Bendlin, así como cuando acudió al llamado de Efraín Alegre para manifestarse frente al Banco Basa.
Pero ayer, la incitación a otras participantes de un pequeño grupo que se manifestaba por la muerte de dos menores en el enfrentamiento entre la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguay (EPP) hizo que el Ministerio Público anunciara la imputación y ordenara su detención por daño al patrimonio público, junto con otras dos personas más, Giselle Noemí Ferrer Pasotti, quien siempre la acompaña en todas sus transmisiones vía Facebook, y Paloma Chaparro Panimboza, la autora material de la quema de la bandera y de lo escrito con aerosol por la pared frontal del Panteón Nacional de los Héroes, hecho que también fue transmitido íntegramente por Abdala en su cuenta de Facebook.
Tras el hecho, Abdala y Ferrer se desplazaron a otros lugares, continuando con la transmisión en vivo. Llegaron junto a otras personas hasta la morgue, atrás del antiguo Hospital de Clínicas, y en ese lugar Abdala encaró al cónsul argentino, Alejandro Herrero, quien había llegado para conocer detalles del procedimiento legal que fue practicado a las dos menores fallecidas en el enfrentamiento, ambas de nacionalidad argentina.
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Herrera, quien en ese momento se encontraba conversando con algunos medios de prensa explicando la situación que se presentaba, tuvo que cortar abruptamente la conversación y mientras se retiraba del lugar fue acosado por Abdala, quien a los gritos lo trató de corrupto, vendido, pedófilo y masón. Tras un momento de mucho nerviosismo, la supuesta activista, totalmente fuera de control, fue retirada por algunos de sus compañeros.
En otro de sus videos subidos a sus redes sociales, Abdala se muestra feliz al enterarse que ha sido imputada y como vaticinando su presencia en la cárcel para mujeres expresa: “Voy a conocer a Carmen Villalba”, quien guarda reclusión en la cárcel del Buen Pastor, por hechos delictivos vinculados al grupo criminal EPP.
Hace pocos días, Marian Abdala tras participar en la Plaza Uruguaya de la marcha de protesta de los “Médicos por la Vida”, un grupo que niega todo lo relacionado al COVID-19, se dirigió, siempre en compañía de Giselle Ferrer, hacia la zona de la Costanera de Asunción, donde se encontraban miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay y personal municipal luchando contra los focos de incendios que se registraban tanto en el lugar como en el banco San Miguel.
En ese lugar encaró a un funcionario municipal, a quien lo trató de planillero por el simple hecho de ser funcionario público y luego lo recriminó por no defender a los árboles del Jardín Botánico, en referencia a aquel momento en que un pequeño grupo de personas intentó detener el avance de las obras del viaducto sobre la avenida Primer Presidente.
Anoche, en otros de sus videos, admitió que fue invitada a dejar la casa donde se estaba alojando, por no estar de acuerdo la propietaria, su amiga y activista medioambiental, de lo sucedido frente al Panteón de los Héroes. En una parte de ese video admitió que estaba bien quemar la bandera paraguaya porque no representa a nadie y ella solo se ve representada por su creencia medioambiental a la que denominó Chakra, y mostraba una bandera multicolor de esta; sin embargo, minutos después, esa bandera también fue quemada por ella misma.
En su último posteo en Facebook, escribe en contra de su entorno familiar y admite haber recibido insultos y malos tratos por parte de su familia, hecho que la llevaron a salir muy joven del hogar.