Esta tarde, mediante un decreto, el Poder Ejecutivo autorizó al Ministerio de Salud a coordinar los planes y acciones con el sector privado de salud, para prestar los servicios asistenciales a pacientes con COVID-19 en caso de que se requiera. “Los convenios con el sector privado van a ser imputados a fondos COVID, tenemos un monto estimado para servicios tercerizados”, afirmó el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Explicó que el convenio entrará en vigencia en el caso de que el sistema público no pueda dar respuestas a los pacientes y se utilizará el privado. “Hace varios meses cuando proyectábamos todos estos temas, habíamos planificado el crecimiento del sistema de salud y en segunda etapa comprar el servicio de camas de terapias y convencionales”, dijo en contacto con la 1020 Am.
Dijo además que a fines de agosto retomaron las conversaciones para sumar al sistema de salud privada. Así también, se ampliará la toma de muestras y realización de pruebas mediante el convenio tercerizado con los sanatorios.
Recordó que es imposible combatir a esta enfermedad en las UTI y que al virus se lo combate en las calles todos los días. “Como en todo el mundo, la demanda de UTI es difícil de contener”, afirmó.
Burocracia: “No se trata de saco la billetera y compro”
El ministro indicó que afortunadamente han hecho un avance importante en el sistema, ya que todos los procesos están en curso. “Nuestro sistema tiene mucha burocracia. No se trata de saco la billetera y compro”, manifestó.
Sostuvo que el sistema tiene su complejidad, lo que obligó al ente sanitario a bajar varias licitaciones. “Hace muchísimo que no tenemos problemas de insumos de equipos individual. Las terapias han aumentado en casi 220 camas, más del 100% de crecimiento. Han habido problemas pero hemos avanzado”, subrayó el alto funcionario.
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“Me siento fuerte y no voy a renunciar”
En otro momento de la entrevista, Mazzoleni ratificó que tras la crisis esperará un análisis de todo lo que se hizo y que sigue fuerte. “En un momento más desapasionado, en un momento que estemos fuera de esta situación, va a haber un análisis de los aciertos y errores. Yo me siento muy fuerte, he dicho varias veces que no voy a renunciar, no desde la soberbia, sino como alguien humilde que ve lo que se hizo”, puntualizó.
Agregó que cualquiera que haya estado como ministro sabe que hay una deuda histórica con la salud. “Si uno evalúa desde lo que falta y no desde lo que se hizo, va a ver esto diferente”, concluyó.
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