El uso de los medicamentos antiparasitarios ivermectina e hidroxicloroquina no están indicados médicamente para tratar o prevenir la propagación del COVID-19, los únicos métodos de prevención demostrados científicamente son el distanciamiento físico, el uso de tapabocas y el lavado constante de manos, explicó el doctor Tomás Mateo Balmelli, infectólogo, en comunicación con radio Chaco Boreal. La responsabilidad, para que las estadísticas de contagio se hagan más lentas, es única y exclusivamente del comportamiento individual y comunitario de la ciudadanía, advirtió el profesional médico.
“La ivermectina es un buen antiparasitario, pero no es un antiviral. Nosotros ahora estamos tratando un virus (COVID-19), no un parásito. De manera profiláctica sería una insensatez crear una falsa expectativa de seguridad como un escudo protector de que si tomás ivermectina no te vas a contagiar. Eso debilitaría la estrategia sanitaria del control del comportamiento social del distanciamiento, el lavado de mano y uso de tapabocas”, indicó Balmelli este miércoles durante la entrevista radial, consultado sobre el famoso uso de la ivermectina, que está muy en boga la discusión en redes sobre si es un placebo, un gasto inútil o tiene utilidad para atenuar los efectos del coronavirus.
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El infectólogo expuso que el uso del fármaco debe ser discutido científicamente cuando haya estudios con rigor científico, donde se pueda hablar del uso de la ivermectina en la prevención de la infección de un virus como es el coronavirus.
“Las normativas sanitarias son claras, el órgano regente y responsable de la salud pública en Paraguay es el Ministerio de Salud, que ya indicó que no se debe usar la ivermectina ni la hidroxicloroquina para prevenir la infección. Nosotros, todos los paraguayos, tenemos que alinearnos, principalmente nosotros los médicos, hablar en un mismo sentido para evitar confusiones e interferencias en las estrategias que están demostradas científicamente, como el distanciamiento, usar el barbijo y lavarse las manos”, insistió.
En tanto, el Ministerio de Salud, a través de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), autorizó el uso, de emergencia, del medicamento Remdesivir en pacientes con coronavirus hospitalizados, bajo protocolo de tratamiento; según una resolución emitida el 27 de agosto. Este antiviral, desarrollado para la enfermedad de ébola, posee una moderada eficacia contra el COVID-19, que según un estudio reduce el tiempo de 15 a 11 días entre los enfermos hospitalizados.
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A más contagios, más internaciones
Sobre los casos de contagio registrados en lo últimos meses y las diferencias abismales existentes en cantidad de contagio y muertes, señaló que esto es de lo que tanto prevenían a la ciudadanía. “Está ocurriendo lo que se prevenía, de julio a agosto aumentaron de 3.000 infectados a 12.000 detectados, eso condicionó que también haya un mayor número de internaciones. Obviamente también de fatalidades, de 30 que teníamos en julio, tuvimos 277 en agosto. Acá lo preocupante es que si ves los números de las estadísticas de los recuperados, se están equilibrando con los activos. Eso significa que la transmisión es exponencial, es muy rápida, no da tiempo a la recuperación de los infectados previos, eso es alarmante porque puede saturar el sistema sanitario en una o dos semanas”, manifestó.
Sobre el estado de animo del personal médico, muy valorado por Euclides Acevedo, ministro del Interior, internado en el Hospital Público de Policías Rigoberto Caballero, quien manifestó su gratitud al personal médico desvalorizado por la sociedad, dijo: “Yo creo que hoy tenemos que poner todas las fuerzas que tengamos, dirigidas a un mismo sentido, de manera que todos juntos podamos salir de esta situación. Hoy estamos llegando a una situación de alta incidencia porque esto no va a pasar en uno o dos meses, esto va a seguir por mucho tiempo”.
“Creo que los médicos, los trabajadores de la salud, todo lo que incluye el control sanitario, trabajadores sanitarios, administrativos, tienen que estar con fuerza, con ganas, porque este es el momento en que a nosotros nos toca estar en la primera línea. En la batalla en que la ciudadanía tiene que apoyar, con su buen comportamiento, de manera que esto disminuya la transmisión y podamos nosotros realmente dar alternativas terapéuticas, sanitarias y hospitalarias a todo aquel paraguayo que requiera una atención especial en un hospital con una terapia intensiva. Eso va a depender exclusivamente del comportamiento individual y comunitario para mermar la transmisión del virus”, señaló Balmelli.
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