Por Diego Sanabria
Fotos: Sonia Maciel
Cada departamento del Paraguay tiene sus propias singularidades por las cuales se destacan, en el caso de Caazapá sobresale su riqueza natural que se puede sentir y apreciar, además de su rica historia. Es una opción ideal para quienes buscan disfrutar de las bondades de nuestro país. Por eso, en esta ocasión elegimos a Caazapá como “Destino LN”.
Caazapá se encuentra a 230 Kilómetros distante de Asunción. Su nombre proviene del guaraní ka’aguy jahasapa, que significa “Más allá del bosque”. Se trata de una zona con mucha historia, ya que en ese sitio habitaba una antigua reducción franciscana.
La presencia de los franciscanos en las antiguas reducciones de Yuty y Caazapá comenzó en 1607 y siguió hasta el siglo XVII y siglo XVIII.
Entre sus atractivos se encuentran las viviendas coloniales, así como su naturaleza. Cuenta con el museo Fray Juan Bernardo, al igual que la iglesia San Pablo y el oratorio de San Roque, el cual mantiene su retablo original.
No podemos dejar de mencionar el Ycuá Bolaños; según los registros históricos, este manantial se considera un milagro del fraile Luis Bolaños, que consiguió el brote de agua hace 400 años luego de una larga sequía que azotaba la comunidad.
En dicho sitio se realiza todos los años en el mes de enero, uno de los festivales más grandes de nuestro país. Su historia está profundamente ligada a la presencia de los primeros misioneros franciscanos en Paraguay quienes fundaron allí varias reducciones donde lograron eximir a los indígenas del servicio de encomienda por 10 años. Es una de las primeras misiones franciscanas – guaraní en el Río de la Plata que se establecieron definitivamente en Paraguay.
El Festival del Ykua Bolaños nació en 1989, se realiza cada año en la cercanía a la naciente del mismo nombre que tiene una historia y leyenda muy fuerte en la ciudad. Este festival evoca la cultura, artes, música y danzas porque en él se presentan varios artistas ofreciendo una noche llena de tradición. Cada año recibe a cientos de visitantes de distintas localidades del país.
Otro sitio muy especial es el monumento Naranja Sapatu, este espacio se forjó en homenaje a las mujeres que transitaban con los pies descalzos por los caminos de tierra de la antigua Caazapá. El monolito fue construido hace varios años al lado de un arroyo y una planta de naranjo.
También está la famosa Acera Pucú (cuadra larga en guaraní-jopara) es una serie de casas que perteneció a los indígenas de la antigua reducción franciscana.
Hay que mencionar que todo el departamento está en la Eco región de la Selva Central. Las tierras boscosas sufren las consecuencias de destinar la tierra a la ganadería, así como se cuestiona mucho el uso de la tecnología (instalación de antenas) que no protegen la integridad del suelo.
Además, las especies vegetales en peligro de extinción están el cedro, el yvyra paje, el yvyra asy, el nandyta; entre las especies animales más afectadas se encuentran la tiririca, el margay, el lobopé y el aira’y.
Los cerros Mbatovi, Ñu Cañy, Pacurí y la Serranía de Rosario son muy atractivos para los turistas que llegan hasta el departamento de Caazapá. La antigua estación del ferrocarril en Maciel es también un punto turístico, a pesar de que se encuentra en estado de abandono.
En materia económica, la zona ha logrado desarrollar con mucho éxito la ganadería, pero también se destaca por la producción de soja, algodón, caña de azúcar, entre otros rubros.
Dentro del distrito también se encuentra el Parque Nacional de Caazapá, el cual abarca una superficie de 16.000 hectáreas e incluye parte de la desaparecida reserva y Parque Nacional de Caaguazú. En proximidades del parque moran varios grupos indígenas, algunos de ellos son los Mbya Guaraní y Ache.
Cuenta con posadas, hospedajes y hoteles, que pueden ser localizados a través de la página de Senatur, además de la gobernación caazapeña.
El detalle
Caazapá es la capital del departamento que lleva el mismo nombre y fue fundada por Fray Luis Bolaños un 10 de enero de 1607 y antiguamente se llamaba San José de Caazapá. Se encuentra a 230 kilómetros de Asunción y el 25 de enero de cada año se recuerda el día del santo patrono de la localidad, San Pablo.