Paraguay sigue registrando un aumento considerable de casos positivos y muertes por COVID-19. Así también, hay un aumento considerable de personas que se resisten a creer en la circulación de la enfermedad y que tildan de vendidos a los profesionales de la salud y periodistas.
Hoy, el doctor Carlos Pallarolas, neumólogo de Ciudad del Este, muy molesto y consternado por la reacción de la gente, pidió que se cuiden y que si no creen que no hagan una campaña para hacer creer lo mismo a las demás personas. “¡Qué vas a farrear hoy, que falleció tu vecino, quién le puede dar un motivo de farra! Entonces, yo soy vendido porque te digo cuídate, déjate de joder, usa el tapaboca, lávate las manos y no salgas”, dijo en contacto de la 89.1 FM.
“Está difícil la situación, la gente sigue diciendo que médicos y periodistas somos vendidos, pero a la gran p… quién mierda se puede vender, a qué se puede y a quién nos vendemos. Puede ser pico que el 100% de los periodistas se venda o es que ustedes (los periodistas) muestran la realidad de las cosas”, cuestionó.
Afirmó que lo que está pasando en realidad es que los medios de comunicación están mostrando muy de cerca la realidad por la que están atravesando en los hospitales y con los pacientes, y esto es un motivo que disgusta a la gente que no se quiere cuidar.
“Ustedes están viviendo muy de cerca con nosotros la realidad de lo que ocurre en los hospitales, ustedes están viendo cómo están pasando los pacientes y vivimos la penosa realidad de no tener más camas de terapia”, aseguró.
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Falta de camas se veía venir
Resaltó que desde el principio venían advirtiendo que no serían suficientes las camas si las personas no se cuidan. “Esto veníamos diciendo, que no van a ser suficientes las camas de terapia, no fue suficiente en ninguna parte del mundo, ni en países con un sistema sanitario impecable no aguantaron. Se desbordaron una y mil veces. Hoy, España, con un sistema sanitario de la gran pistola, vuelve a pedir socorro, tiene un rebrote terrible”, remarcó.
Aseguró que todo se desborda ante la inconsciencia de la gente y la batalla al COVID-19 no se gana en los hospitales, ya que llegar a esas instancias es por un estado grave. “El problema es la inconsciencia de la gente; a esta enfermedad no se le gana en los hospitales, esto no se gana comprando 150 mil camas y 100 mil respiradores, no es así. Al coronavirus se le gana en las calles, usando tapabocas y el distanciamiento social, evitando las farras”, sostuvo.
Explicó que basta que un solo invitado vaya contagiado y ya le regala el virus al otro. Manifestó que el virus vive en el ambiente por un tiempo, si hacemos el distanciamiento social el virus muere, pero si una persona sana ingresa en el ambiente sin tapabocas, el virus ingresa al cuerpo y revive con una carga viral más alta.
“Insistimos, quédate en tu casa y si tenés que trabajar, andá a trabajar, pero cuidate y después volvé y quédate en tu casa. Si demasiado necesitás chupar, si sos un adicto y no te queda de otra, entonces tomá en tu casa”, expuso.
Así también, instó a los dueños de empresas a que den el reposo correspondiente a sus trabajadores en el caso de que presenten síntomas. “Que no los obliguen a trabajar, dejen que sus empleados reposen ante síntomas para que no contagien a todos los demás empleados. Tengan uso de razón”, subrayó.
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Jóvenes que no creían mueren por COVID-19
“Hoy estamos viendo personas jóvenes que están muriendo de COVID-19 y lo más triste es que vemos que llegan muy jóvenes y en muy mal estado, estás son las personas que no creían”, subrayó.
Recordó que la prevención en este caso es lo más importante. “Si nos cuidamos hoy, dentro de 15 o 20 días esto se va a reducir, pero si no nos cuidamos, vamos a seguir en la misma historia y vamos a seguir lamentando muertes”, remarcó.
Instó a la ciudadanía a hacer campañas de concienciación en sus comunidades. “A tu vecino decile cuidate y si no crees, no le vayas a estar convenciendo al otro de que esto no existe. No es nada simpático y para nada agradable, tenemos terapias llenas, camas llenas y pacientes que requieren oxígeno en altas dosis. Esa es nuestra realidad, no hay gente para cuidar a todos”, puntualizó.
“Que se enoje la gente, me tienen podrido. Les quiero mostrar lo destrozados que están mis colegas. Hace seis meses que no dormimos y buscamos y vamos a seguir buscando los recursos necesarios para ayudarnos entre los compañeros”, concluyó.
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