Un total de siete familias del asentamiento San Valentín de la ciudad de Areguá, podrían ser desalojadas en plena crisis generada por la pandemia del COVID-19, ya que desde hace 20 años viven en un terreno que sería destinado supuestamente para espacio verde.
Preocupados por las versiones que corren del supuesto desalojo, el grupo de vecinos solicita explicaciones al intendente Humberto Denis Torres, quien los animó a presentar documentos ante el Congreso Nacional para solicitar la desafectación del predio. Los pobladores aseguran que de ser así, no tendrán problemas en pagar el arrendamiento municipal o pagar por sus terrenos como cualquier contribuyente.
Un vecindario entero se encuentra en peligro de desalojo por parte de la comuna aregüeña. Este grupo de humildes familias trabajadoras se encuentran viviendo en el asentamiento desde hace años, desde donde empezó la lucha por obtener la legalización de su ocupación.
Los mismos aseguran que alrededor de este terreno existen al menos siete u ocho terrenos más destinados a “espacios verdes” que se encuentran en total abandono por parte de la municipalidad local y que se convierten a la larga en yuyales que juntan alimañas y aguantadero de delincuentes y drogadictos que mantienen en zozobra a la comunidad de Caacupemí.
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En este sentido, el grupo de afectados volverá a solicitar audiencia con el intendente para saber cuál es la situación en la que se encuentran y si el apoyo que les dio en su momento solo fue durante su campaña o los seguirá apoyando para lograr la desafectación del terreno público ante el Congreso Nacional.
“A tiro y vuelta nos amenazan, yo fui a la Municipalidad de Areguá y en la Dirección de Catastro nos maltratan y nos amenazan. ‘Vieja, no entendés que es un espacio verde el que ocupás’, me dijeron y yo la verdad no sabía que era un espacio verde, hace muchos años compré vía escribana, incluso mi casita, me engañaron y compré. Hice para mi casa, ya invertí en ella con el sudor de mi frente”, lamentó Eugenia Delgado, presidenta de la comisión vecinal San Valentín.
Agrega que no saldrá del lugar donde vive con su familia y quemará todas las instancias para conseguir la ansiada desafectación para que un día tenga la tranquilidad de vivir en su casa propia. “No voy a salir de mi casa, voy a permanecer, vencer o morir”, insistió.
Otra de las afectadas es Victoria Giménez de González, una humilde mujer con muchos hijos, pero que ocupó el lugar con el consentimiento de políticos de turno que le dijeron que el terreno es fiscal y que con el tiempo podría solicitar a la municipalidad para comprar el lugar. Fue así que se mudó allí ya sin poder seguir pagando alquiler.
“Yo soy una señora con muchos hijos que vine acá hace años entre otras siete familias. Esperanza no nos da nadie, por eso nos esforzamos en hacer conocer nuestra situación porque estamos con miedo de que un día vengan a desalojarnos porque aún no tenemos ningún documento. Habíamos presentado documento de no poseer bienes, de los niños y las facturas de los servicios de agua y luz. Pedimos que nos informen de antemano si habrá el desalojo y que nos cedan otro lugar con documentos, de otra forma no saldremos de este lugar donde ya invertimos lo poco que conseguimos en años”, manifestó Giménez.
María Liz Astorga es otra residente del asentamiento, ella es la pobladora más antigua. Vive allí desde hace ya 21 años y pide alguna respuesta por parte de las autoridades locales, ya que en varias ocasiones ya presentaron los documentos requeridos para la desafectación, pero no hay respuesta.
“Nunca llegó la orden de desalojo, pero estamos temerosos por nuestra situación. Desde la municipalidad nos dicen que ya hay una orden y yo hace 21 años que vivo acá y no recibí aún ninguna orden judicial que me ordene la salida de este lugar. Yo vine aquí con mis hijos pequeños sin la posibilidad de seguir pagando alquiler o comprar terreno, por eso apelamos a la comprensión de nuestro intendente que en su momento nos dio su apoyo, nos guió para presentar la solicitud de desafectación, pero ahora no nos informa de nada, pedimos que se ponga en nuestro lugar y que se acerque a dialogar”, indicó Astorga.