“No sabemos qué decir sobre esto, pero no podíamos dejar de tuitearlo”, expresa la publicación de Latitud 25 con un video que desde la noche de este último sábado supera 75 mil reproducciones, al mostrar una inesperada guerra de proyectores en el marco de la “Caravana por Alexa”.
Un colectivo autoconvocado organizó una manifestación en repudio a la absolución del cura Silvestre Olmedo, denunciado por acoso por Alexa Torres. La concurrida caravana de vehículos partió por la tarde desde la Iglesia de la Recoleta (sobre la avenida Mariscal López, junto al cementerio) y se concentró frente a la Catedral Metropolitana de Asunción.
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Como ya se había hecho recientemente con una leyenda que decía “¿Cuánto manoseo es acoso?”, contra la fachada de la Catedral se proyectó un mensaje de denuncia por el caso: “Silvestre Olmedo, acosador suelto, acosador confeso”. Sin embargo, en el lugar aparecieron adherentes del Silvestre Olmedo, quienes también llevaron su propio proyector e intentaron cubrir el otro mensaje con uno que decía: “Viva Cristo Rey”.
“De esta manera, los militantes religiosos que apañan a Silvestre Olmedo tratan de impedir la proyección de las manifestantes contra la Iglesia, por haber sido cómplice de este encubrimiento”, señaló Latitud 25 en el hilo de Twitter.
Antecedentes del caso
De acuerdo a un resumen compartido en redes, el 21 de setiembre del 2016, Alexa Torres se encontraba realizando una actividad parroquial, fue a la oficina del sacerdote Silvestre Olmedo a solicitarle ayuda para la realización de una nota y la posterior firma del documento. En ese momento la invita a pasar a su oficina, ella confiada en el “papá guasu” de su iglesia, por lo que entra con él y al poco tiempo le manosea el pecho. Fue acosada por el sacerdote de su parroquia.
Solicitó ayuda a sus amigos más cercanos, hasta a su coordinadora de decanato. Llegaron a todas las instancias eclesiales, pero no consiguió respuestas. Habló con monseñor Edmundo Valenzuela y su respuesta fue: “Orá por tu sacerdote”. Indignada, decidió denunciar a Fiscalía. Luego de 4 años se realizó el juicio oral, el 22 de julio, en el juzgado de San Lorenzo.
Sin embargo, el 11 de agosto, con los votos de los jueces Dina Marchuk y Hugo Segovia, el sacerdote Silvestre Olmedo fue absuelto de culpa y pena de la acusación de acoso sexual que pesaba en su contra. La magistrada Leticia de Gásperi votó por condenar al religioso.
El Ministerio Público solicitó la pena de dos años de cárcel debido a que se probó durante el desarrollo del juicio la responsabilidad del acusado en el grave hecho. La Fiscalía tiene la posibilidad de apelar la resolución judicial y un Tribunal de Apelación deberá decidir si anula la absolución o confirma el blanqueo al religioso.