Desde la Dirección de Transporte del Área Metropolitana señalan que desde marzo de este año fueron sancionadas 94 empresas de transporte público por exceso de pasajeros e incumplir con el protocolo sanitario ante el avance del COVID-19 en el país. La multa que deben pagar asciende a G. 14 millones y se exponen a perder el permiso para circular en caso de reincidencia.
Recuerdan que los colectivos diferenciales pueden transportar hasta 10 pasajeros parados, mientras que los colectivos pequeños solo pueden circular con pasajeros sentados. Sin embargo, a través de redes sociales se multiplican las denuncias por aglomeración dentro de las unidades de transporte. En tanto que el uso de tapabocas es obligatorio tanto para pasajeros como para el chofer del bus.
“Esperamos que los pasajeros sean más conscientes al momento de abordar los buses, evitando la aglomeración dentro de la unidad”, expresó Fernando Haider, director de Transporte del Área Metropolitana.
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Los controles se realizan por parte de tres grupos, compuesto por apenas 12 fiscalizadores del Viceministerio de Transporte, para más de 1.900 unidades de transporte público que funcionan en el Área Metropolitana, por lo que resulta imposible realizar controles estrictos en todos los horarios.
“Hay empresas reincidentes y ya hay sumarios abiertos. Si la reincidencia se da dentro de los 30 días, se abre un sumario administrativo. Ya hicimos 94 multas desde marzo y ahí sí hay unas cuantas reiteraciones por parte de las empresas, pero si no es dentro del mismo mes se le aplica la multa”, declaró Haider.
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El Viceministerio de Transporte cuenta con fiscalizadores que se dividen en tres grupos que operan de mañana y tarde-noche, con los que la ciudadanía puede aportar realizando reclamos de los incumplimientos señalados al Whatsapp del VMT (0986) 898-600 para canalizar las denuncias.
Hacen un llamado a empresarios transportistas y a la ciudadanía en general para que cumplan y hagan cumplir las disposiciones sanitarias emitidas por el Ministerio de Salud Pública, ya que viajar con la cantidad excesiva de pasajeros y sin tapabocas es un riesgo para todos ante el incremento de contagios comunitarios del COVID-19.