La educación que se imparte en tiempos de COVID-19 no es propiamente “a distancia”, por la precariedad en tecnología y conexión a internet que tienen los estudiantes paraguayos. Sin embargo, muchos padres como Andrea Rodríguez, madre y pobladora de la Chacarita, buscan la manera de cumplir con las exigencias escolares de sus hijos durante la pandemia. ¿Cómo lo hacen? Desde WhatsApp, aseguró la mujer en el programa “Guerra contra el COVID-19″, emitido por canal GEN.
“Yo tengo cuatro hijos que están siguiendo las clases desde casa. Tengo una nena de 8 años que está en el segundo grado, otra nena de 9 en el cuarto grado y dos adolescentes, una nena de 13 en séptimo grado y otro varón de 15 en noveno grado. La herramienta principal para que ellos estudien fue mi celular”, indicó a GEN Andrea Rodríguez, quien pese a la pobreza no dejó perder a sus hijos ninguna clases.
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Aunque reconoció que costó al principio, porque había un solo celular en la casa, por lo que se retrasaron en las tareas en la primera etapa, luego pudieron adquirir otro dispositivo para que los cuatro hijos puedan turnarse y cumplir con sus deberes escolares.
“Por suerte desde la escuela nos ayudaron y no fue tan difícil, los más chicos hacían las tareas a la mañana y los más grandes a la tarde. Y la forma es mediante los grupos de WhatsApp, las profes envían la tarea, yo las bajo y luego mis hijos las desarrollan. Al terminar se envia la foto”, explicó Rodríguez.
Sobre la cantidad de uso de datos para que se completen y se envíen las tareas, dijo que realiza una recarga de crédito a los dos teléfonos cada dos días por G. 5.000, que incluyen envíos de mensajes por WhatsApp con internet de 1,5 GB. Es decir, gasta en una semana G. 25.000 en internet para el desarrollo de las clases de sus hijos.
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Rodríguez manifestó que normalmente carga crédito para internet porque es vendedora de artesanía y utiliza el celular para estar en contacto con sus clientes desde las redes sociales, donde les pasa el catálogo de sus productos y recibe pedidos.
Agregó que todos sus hijos aprobaron la primera etapa del año lectivo porque la evaluación fue cualitativa y se tuvieron en cuenta la cantidad de tareas desarrolladas por los niños.