La producción piscícola requiere de esfuerzo, constancia y dedicación, pilares que indudablemente caracterizan a la pareja de participantes del programa Tekoporã, que se dedica desde hace poco más de tres años a la producción y reproducción de tilapias.
Don Federico Aquino Báez y Amalia Fariña, oriundos del distrito de General Morínigo, departamento de Caazapá, comenzaron con un estanque, enfocado inicialmente en la producción para cría y engorde, pero la siembra inicial resultó tan exitosa que requirió de más de una pileta, por lo que pala en mano don Federico se dispuso a preparar el segundo estanque, al que le siguió un tercero y un cuarto.
En la actualidad, la producción supera lo que se requiere para autoconsumo, convirtiéndose en un negocio rentable para la familia, que reinvierte los ingresos de ventas en la compra de insumos de producción y de más alevines para proseguir con la reproducción.
“Mis comienzos fueron con 50 tilapias, luego decidimos con Amalia sumar los recursos del programa para comprar comida para engorde e ir aumentando así la cantidad de peces, esto llevó tiempo, todo despacito, desde la siembra y la aclimatación para asegurar la supervivencia de los alevines que necesitaron otra pileta y así fuimos creciendo”, cuenta don Federico.
Sostiene que fue sumamente importante el apoyo del municipio local para la construcción de los otros estanques, así como del programa Tenonderã, también del Ministerio de Desarrollo Social, del que recibió en las primeras etapas del proyecto apoyo financiero y técnico, según un informe de la institución estatal.
“Yo agradezco el apoyo porque necesitamos una mano para comenzar a trabajar, aprendí de mi padre que solo con el trabajo podemos ganar algo y que el camino no es solo pedir, sino esforzarse”, refirió.
En la actualidad, el volumen de producción supera los 1.500 peces, número que irá duplicándose y triplicándose mediante el incansable trabajo de los titulares de derecho del programa de protección social, quienes ponen todo su empeño en seguir progresando en un rubro que, como dice don Federico, solo requiere trabajo, acción literal en este caso de un emprendedor nato.