El abogado Óscar Tuma, quien formó parte de la investigación de la niña desaparecida en Emboscada, manifestó que existía una notebook propiedad del padrastro de la menor. Consideró que este dispositivo tendría mucha más información reveladora que los datos extraídos de los celulares del padrastro y de la madre de la menor. Hasta el momento no se sabe dónde está la computadora.

“En mayo ya venía hablando de que existían datos borrados en los teléfonos incautados de la madre y su pareja. Veinte días después del hecho informé eso, y que los mismos se estaban recuperando. El tema del COVID-19 hizo que todo sea más lento y que recién hoy podamos acceder a los informes que dan los técnicos”, dijo Óscar Tuma, en comunicación con el Canal GEN.

El abogado señaló que entre las pruebas documentales existía una notebook que “desapareció”. Este dispositivo no llegó a ser incautado por la Fiscalía. “Más bien la pareja hizo desaparecer la computadora. Creo que contenía más información que lo que uno puede tener en un celular”, sostuvo.

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Por otra parte, el profesional en leyes señaló que de todas maneras los elementos extraídos de los celulares y el perfil psicológico que finalmente la Fiscalía va a elaborar de la pareja serán fundamentales para el destino de la investigación. A criterio de Tuma, fue un error haber enviado a la hermana mayor de la niña desaparecida a Europa con su padre biológico. “La hermana tendría que haber sido sometida a un examen psicológico también, es la única –además de la pareja– que podría tener información sobre la víctima”, expresó.

“Silencio cómplice” de la pareja

Sobre la versión de que la menor de edad desaparecida fue vista por última vez con un grupo de cabras, Tuma aseveró que es solo un cuento. “Además, ese mismo día se constató que el hombre salió tres veces de la casa y no dos, así como declaró. Todo esto, además de las circunstancias con complicidad de la madre, dan indicios de que existe una responsabilidad conjunta”, destacó.

En ese sentido, el abogado manifestó que el silencio de las dos personas, de por sí, supone una circunstancia mucho más factible sobre la responsabilidad de ambos. “Es un silencio cómplice porque si habla uno de ellos, se autoincriminan, prefieren callarse”, afirmó.

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Tuma agregó que es mentira que la madre tenía miedo de hablar por “estar amenazada”. “Eso de que existía una mafia económica detrás es todo mentira. Era una excusa para tratar de justificar por qué no decían nada. Nunca aportaron nada sobre la supuesta mafia que estaba detrás. Ni un nombre, ni siquiera un apodo”, expresó.

Por último, el abogado declaró que a la niña desaparecida “le pasó algo en algún acontecimiento, en la que estaban involucrados directamente el padrastro y la madre”. “En qué circunstancias ocurrieron no te puedo decir, pero había poca gente en el establecimiento. Ahí, la hermana podría haber aportado algo mediante un trabajo profesional por detrás”, concluyó.

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