Pedro Juan Caballero (Emerson Dutra, corresponsal)
Bajo un toldo instalado en la línea internacional y respetando rigurosamente el protocolo sanitario, finalmente los comerciantes pueden vender mercaderías a sus potenciales clientes brasileños por encima del alambrado.
La transacción tipo delivery se realizó luego de que el Gobierno haya autorizado el comercio informal bajo esta modalidad, en el marco del cierre de frontera para evitar la propagación del coronavirus en nuestro país.
Con la finalidad de asegurar la desinfección de los productos, una funcionaria de la Cámara de Comercio se encarga de realizar la fumigación tanto de las mercaderías como del dinero que ingresa a territorio paraguayo, desde la vecina ciudad brasileña de Ponta Porá.
“Esto ayudará a paliar la crisis económica que atraviesan los hombres del negocio”, señaló Víctor Barreto, presidente de la Cámara de Comercio.
La compra-venta de mercaderías se realiza bajo la atenta mirada de militares fuertemente armados que tienen a su cargo la custodia de la línea internacional.
Presión
La fuerte presión que realizaron los fronterizos, al parecer tuvo eco favorable y las autoridades autorizaron el comercio informal en la frontera. Cabe recordar que el pasado lunes, gran cantidad de lugareños realizaron una manifestación en la región exigiendo poder trabajar de esta manera.
Tras la entrada en vigencia de la cuarentena sanitaria y como consecuencia, el cierre de frontera, numerosos hombres del negocio no tuvieron otra alternativa que cerrar las puertas de sus locales.
Es que en la terraza del país, los potenciales clientes de esos trabajadores son ciudadanos brasileños oriundos de lejanas localidades.
A consecuencia, miles de fronterizos quedaron sin su fuente de ingreso. El conocido shopping China y Planet Oulet fueron algunos negocios que hoy día se encuentran cerrados y sin fecha de habilitación. Ambas casas comerciales daban trabajo a más de 1.000 personas de forma directa, según se informó.