La Prof. Dra. Graciela Russomando se desempeñó hasta ayer como coordinadora del Laboratorio del Servicio Nacio­nal de Calidad y Salud Animal (Senacsa), institución que analiza cientos de muestras de COVID-19 diariamente en Paraguay. La experta presentó renuncia luego de la polémica a causa de los dispares resultados de los test de los jugadores del club 12 de Octubre.

Además, en su momento, la mujer fue responsable del primer laboratorio que aplicó técnicas moleculares en Paraguay, en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). La doctora era una de las referentes de Salud en la lucha contra el virus en Paraguay.

Sin embargo, anoche manifestó que la falta de ética y moral de Salud Pública no le permiten continuar en el cargo. “La ética y la moral son más fuertes que las ganas de seguir apoyando a un Ministerio de Salud sin ética y sin moral. Quiero seguir durmiendo tranquila”, escribió en un mensaje dirigido a sus compañeros de trabajo.

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Todo inició con las 32 muestras que dieron positivo a los futbolistas del club 12 de Octubre. Señaló que cree que siempre fueron negativas y que las mismas muestras debían ser reanalizadas y no repetir las muestras. Incluso aseguró que todo fue “un manejo político, porque de técnicos se aplazaron”.

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Referente en ciencias de la salud

En su largo currículum de 52 páginas resalta que a través de su trabajo se logró la certificación de la eliminación de la transmisión intradomicilar de la enfermedad de chagas, en el 2008. Además es profesora titular de la cátedra de Biología Celular en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNA.

Entre otros logros, Russomando recibió el Premio Nacional de Ciencias en el 2008, el Premio de la Fundación Weiner en el 2015 al mejor trabajo en el área bioquímica, el Premio al Mejor Trabajo en el 2017 de parte del XI Congreso Paraguayo de Infectología, entre muchas distinciones que le fueron otorgadas en más de 32 años de carrera científica en el país.

Russomando nació en Buenos Aires, Argentina, el 3 de julio de 1962, pero es paraguaya naturalizada y una orgullosa madre de tres hijos. La mujer se destaca en diversas áreas como ciencias médicas y de la salud, enfermedades infecciosas, diagnóstico molecular/caracterización y epidemiología molecular, además de ciencias biológicas, bioquímica y biología molecular.

Asimismo participó de nuevas áreas de investigación relacionadas a técnicas diagnósticas moleculares, caracterización y epidemiología molecular de agentes infecciosos. A partir del 2007 asumió el cargo de docente investigadora con Dedicación Exclusiva en la UNA- DITCODE. Es miembro del Comité de Coordinación Estratégica del IICS-UNA.

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En distintas oportunidades se desempeñó como colaboradora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es colaboradora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es miembro del equipo que coordina el Parque Tecnológico de la UNA. La especialista fue también categorizada en el Nivel III del Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

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