Una señora muy sonriente exhibió su santo del Divino Niño Jesús para las cámaras del Grupo Nación, durante la festiva caravana que rompió la rutina de este lunes en la ciudad de Fernando de la Mora.
El santo de la capilla que lleva su nombre recorrió varias calles, con todos sus pasajeros con tapabocas, incluyendo al sacerdote con una mascarilla de protección contra el COVID-19.
Inusual como todos los eventos que acontecen desde marzo pasado, el festejo del Divino Niño también se puso en modo pandémico.
Una fila de varios autos, motos y el carro de la Undécima Compañía de Bomberos local, decorados con globos, telas y banderas del Vaticano y Paraguay, protagonizaron la procesión por varias calles fernandinas, mientras los creyentes católicos saludaban desde las veredas con cuadros e íconos, rodeados de niños, que también son homenajeados con chocolatadas y regalos.
El día anterior, el domingo, la Capilla Divino Niño Jesús Centro 10 - Parroquia Santa Catalina también organizó el tradicional recorrido de su “trencito”, un vehículo adaptado a la forma de un colorido tren y que incluye un vagón acompañado por un grupo de jóvenes clowns.
La capilla digital transmitió en vivo a través de su Facebook todas las actividades realizadas para celebrar a su santo patrono.
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La fecha es un barrio
En 1935 llegó el padre salesiano Juan del Rizzo al barrio 20 de Julio, al sur de Bogotá, en Colombia, una región muy solitaria y abandonada en aquellos tiempos, relata el portal de la televisión católica EWTN. Le habían prohibido emplear la Imagen del Niño de Praga porque una asociación muy antigua reclamaba para ella el derecho exclusivo de propagar esa imagen.
Entonces, el padre Del Rizzo fue a un almacén de arte religioso llamado Vaticano, propiedad de un artista italiano, y le encargó una imagen bien hermosa del Divino Niño. Con la obra terminada empezaría una nueva era de milagros en esta región y la devoción se extendió a otros países.
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